Mi gusto por mi amigo en la costa - Relatos Eróticos

Mi gusto por mi amigo en la costa

... sigue, haces que te desee más que nunca, algo que también era mi deseo y ya mi culo estaba deseoso de ser ensartado por esa verga a punto de explotar, tome su mano para dirigirla a mis nalgas y me apretara y lubricara mi ano con su saliva. 
Cuando ya sentí que estaba preparado así como estaba bocarriba, seguí masturbando ese palo, para dejarlo a punto para su entrada triunfal en mi ojete. Me subo encima de él y con mi mano dirijo su cabeza palpitante a la entrada y empiezo a empalmarme yo mismo esos 18 centímetros de palcer, mi ano recibió su cabeza que se abrió paso con una ligera presión que me causo un dolor que me exitaba cada vez más, subí levemente para acostumbrarme  a su rico pene para seguir bajando y seguir clavandome yo mismo lo que tanto deseaba cada vez en nuestros encuentros, empese con un ritmo suave al principio para que disfrutara de mi culito como subía y bajaba, disfrutando cada centímetro de su  verga en cada sube y baje.
Pero quería que mi macho llevará ahora la iniciativa por lo que le pido, dame en cuatro, clavame, quiero sentir tu  rica verga y a ti detrás mío,  me retiro de su verga, para dejar mi culo al aire y a su entera disposición, se sitúa detrás mío y me enviaste con su punta de manera lenta pero seguido, lo que hace que mi verga largué mis juegos cristalinos que caen en la cama, toca con su mano derecha mi verga y masturba suave empapando todo el pene en mis propio jugos. 
Álvaro, que no deja sus entradas en mi culo a un ritmo firme, no ...

... desaprovecha la oportunidad para besarme el cuello, la espalda y decirme cómo disfruta, qué rico y caliente, siento tu culito a lo que yo mismo acompaño mis movimientos hacia atrás para coincidir con los suyos hacia adelante, seguimos en esos movimientos que me producían cierto conquilleo en mi ano y a él en su verga el placer más arrecho.
Pero mi desicion es que acabemos juntos, por eso le pido que me deje hacer bocarriba y me coloque una almohada en mis nalgas para recibir hasta su base todo ese miembro a punto de explotar, Levanta mis piernas que coloca en sus hombros, pues  quería seguir disfrutando de esa enculada tan rica, acomoda su cabeza a la entrada de mi ano y de la misma forma que me dio en cuatro me la empuja toda de una sola embestida, sin brusquedad pero firme y seguida, lo que me producía un placer enorme tener entrando sus 18 centímetros en mi ojete. Empieza sus embestidas suaves al principio y luego más rítmicas y más fuertes luego, tomando mis caderas con sus manos para llevarme hasta el y sentir su zona púbica golpear mis nalgas y sus guevos rebotar junto a los mios, pruciendo un sonido que me ponía a mil, ya en sus embestidas notaba como su polla estaba bien dura y a punto de llegar a su corrida, por lo que acelera sus entradas y me dice, como disfruto de tu culito, qué rico, quiero seguir teniendo relaciones cómo está, la disfruto mucho, y me da besos que hace que ha estemos a punto de corrernos, le digo que yo también disfruto de su rica verga, y le digo, ...