Natalia, despertar - Relatos Eróticos

Natalia, despertar

... empecé a introducir mi lengua en su conchita, su cuerpo ya vibraba solo, sentí sus manos sobre mi cabeza haciendo fuerza sobre su pelvis, subí por su cuerpo hasta llegar a sus labios, posicione mi verga en la puerta de su concha, apoye la cabeza de mi verga entre los labios de su conchita toda humedecida, le di un piquito en sus labios y le dije si quería que le haga un hijo, abrió sus ojos y mirándome totalmente excitada me dijo si, puse una mamo bajo su cabeza y la otra bajo su cadera, tape su boca con mis labios besándola y empecé a meter mi verga en su conchita, abrió los ojos, sus gritos se perdían dentro de mi boca, sus manitos golpeaban mi cuerpo, la cabeza de mi verga toco su virginidad, hice fuerza y se la metí hasta el fondo, sus ojos se llenaron de lágrimas, su cuerpo quería escapar y no podía, me quede quieto dentro de ella apretando mis labios sobre los de ella, sus manos golpeando mi cuerpo fueron perdiendo  intensidad, ya no gritaba dentro de mi boca, sus manos se posaron tiernamente sobre mi cuerpo, libere su boca y bese sus ojos secando sus lágrimas, me duele mucho me dijo, tranquila preciosa, ya no va a doler más, ahora si te voy hacer mama, ya ...

... estas pronta para ser toda una hermosa madre, relájate mi vida, afloja el cuerpo, le acaricie el rostro y empecé a moverme lentamente dentro de su conchita, su cara de dolor empezó a cambiar, su boca empezó a emitir un aggg en cada envestida, fui aumentando las envestidas y su agggg empezó a convertirse en un sí, sí, ahora si te gusta hermosa, si, si, se siente lindo, ahora ya sos toda una mujercita, es así que se hacen los hijos, te voy hacer uno, quieres que te haga mama, solo decía si, si, si, vas a ser mi putita y yo tu papito, pedirme que te coja mamita, si, si, cojeme papito, quiero más, quiero un un hijo, cojee papito, no aguante más y le llene la conchita de lechita, la bese, le dije ahora si sos toda una madre, se la saque y me quede mirando su conchita, brotaba mi leche entreverada con un poco de sangre, le acaricie el rostro, le di un piquito y me fui a sentar en la compu, ella estuvo unos 10 minutos de espaldas en la cama, se levantó, vino hacia mí, se sentó en mi pierna humedeciéndome con la leche que le salía de la conchita y sus jugos, tome un sorbo de cerveza y me dijo me das, le sonreí y le dije que si, empecé a toquetearla nuevamente en mi falda.