Una noche de lujuria en un antro gays - Relatos Eróticos

Una noche de lujuria en un antro gays

... o como cualquier vulgar homosexual que acaba de salir del closet. Nos apostamos en la barra y pedimos una cerveza, para entrar en caliente, hay muchos hombres de todo tipo, unos maduros y otros jóvenes. También hay varios jotos, vestidos de mujer como mi amiga, y yo, Y también algunos gays obvios. Claro. Ya es la una de la mañana y después de diversos tipos de música, ahora es balada en inglés y el centro de la pista sólo iluminado por una luz de color rojo muy tenue que invita al pecado. Un hombre me saca a bailar y de la mano me lleva al centro de la pista. Me toma con sus 2 grandes manos de la cintura y luego de las nalgas, yo le correspondo, con mis brazos enredando su cuello, mis pegaditos bailamos y me empieza a acariciar mis nalgas y yo siento como me arrejunta su verga, que cada vez le crece más y se le pone dura. Me siento toda una mujerzuela, muy caliente y dispuesta a todo. De un rato de estar bailando, decidimos ir a un paraje natural fuera de la ciudad, de grandes arboledas y dónde corre un riachuelo muy arenoso  de agua muy fina y transparente. Desde que abordamos el carro y yo voy conduciendo, mi hombre me empieza acariciar las piernas, los pechos, las nalgas y me besa. Va ansioso porque dice que ya,; me quiere disfrutar..
Por supuesto que yo también voy muy cachonda, le agarro y acaricio su verga. Llegamos en 15 minutos y ya, sólo traiga la el brasiere y la tanga puesta. Así me bajo del carro, el me toma por atrás y empezamos a caminar entre la maleza y la ...

... claridad en una noche de lunes llena. Siento de maravilla como ese hombre me acaricia, me besa en la boca y me trata como una auténtica nujerzona, pero a mí también me motiva y excita ser tratado como un vulgar puto que desea los hombres para que den verga. Por eso yo tomo la iniciativa en esa noche y en un momento  dado, lo invito a caminar desnudos sobre el agua cristalina del riachuelo, yo me encuero, me quito las zapatillas y así descalza y sin ropa, enseguida encuero a mí viejo, y lo hago que
me tome de la cintura por atrás, y así caminando muy despacio me besa el cuello la nuca, su leño  me apunta y  acaricia muy rico las nalgas. Yo encantado como cualquier puto, me pongo frente a él de rodillas y empiezo a acariciar su vergón, que cada vez le crece y se le pone muy duro. Llevo su rico caramelo a mí boca y con mis labios mamadores le estoy chupando su rica verga; el me dice: que rico la mamás puto, así, así, no pares, cabroncito maricon...Lo haces de maravilla así... así.. que rico siento te la tragas toda, aay... ayyy... Que rico la mamás maricon... así...asi...marica sigue la mamas de maravilla...así que rico...sigue .. sigue...pinche putón. Te encanta la verga. . verdad, cabroncito, joto..verdad que sí. No pares marica... así...no pares cantón. Ya bien calientes me lleva de la mano hasta un árbol de tronco grueso y muy frondoso. Me pone frente al árbol con las manos arriba, separadas las piernas, alzando las nalgas, las abro un poco, para que me acaricie el ojete con ...