1. con mi tía


    Fecha: 11/11/2019, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: antonio, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Hace años, muchos, quizá 50, andaría por los 19, yo dormía en casa de mi abuela materna porque estaba muy mayor y suplía a mi madre (su hija) cuando le tocaba ese menester. Muchos años antes, tendría ocho o nueve, andaba jugando en el patio-huerto de una tía mía,  hermana de mi madre,  cuando ella salio con prisa al patio y sin mirar (o eso pensé yo entonces), se subió la ropa y se bajó las bragas e hizo pipí. yo me escondí tras un rosal, pero pude ver (estaba muy cerca) tanto al agacharse como al levantarse y acomodarse la ropa, su entrepierna llena de pelo. Con el tiempo aquello no pasó de ser una anécdota.
    Años después, cuando como dije antes cuidaba a mi abuela, ésta me llamó y  acudiendo a su habitación, comprobé que no se encontraba bien, avisé a mi madre, pero tenía que salir y me dijo que llamara a mi tía, así lo hice, la cual me acompañó enseguida, como la cosa parecía no tener mucha importancia, y todavía era muy temprano, yo me volví a meter en mi cama en mi habitación y que se comunicaba con la de mi abuela por una puerta lateral; mi tía al poco, se acomodó en una silla junto a mi cama y hablamos ya no recuerdo de qué, y no me acuerdo posiblemente porque yo entonces recordé  la "anécdota de la meada años antes y mi pene comenzó a endurecerse, instintivamente y con disimulo, lleve mi mano a él y comencé a tocarme, se puso como una piedra, a pesar de que lo hacia despacito y con disimulo, creí y creo que se dio cuenta, después de un rato, con la excusa de que ...
    ... hacía mucho frío, la invité a que se introdujera en la cama junto a mi y se tapara; en un principio dijo no tener frío, pero al poco tiempo me dijo: anda, pásate  al centro que te voy a hacer caso. Levantando la ropa se metió junto a mí, vestida, pero de espaldas mirando a la otra habitación, seguimos hablando pero yo aproximé mi cuerpo al suyo de forma que mi enhiesto pene quedó junto a su trasero, no dijo nada y siguió hablando, pero yo ya no estaba en la conversación, le heché un brazo por encima y otro por debajo de su cuerpo y abrazandome a su cuerpo la apretè fuerte; me sujetó el brazo de arriba como resistiendose, pero solo fue un momento, por lo que pase con  ambas manos a coger sus pechos mientras acercaba mi boca a su cuello; durante unos segundos esperé su reacción cosa que no se produjo, así que bajando mi mano izquierda, le subí la falda y pegué mi polla a su culo, fresco y duro todavía a pesar de que tendría entonces unos 42 años. Probé a introducirsela por el lateral de sus bragas, pero no fue posible, entonces no llevaban precisamente tangas, así que se las bajé hasta las rodillas colocando mi miembro a la entrada de su vagina, vagina que con gran sorpresa comprobé tenía totalmente mojada, ello me hizo pensar que cuando se metió en la cama, ya estaba ella también en el asunto aunque disimulara. Aunque ya había tenido experiencias sexuales plenas, yo no tenía experiencia, al menos no tanta como ella, y enseguida quise penetrarla, pero me contuvo cerrando su ...
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