El precio de mi silencio 6
Fecha: 19/11/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Tus Relatos
Autor: Pingolo , Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Tenía ante mi a Norma que era hasta ese momento para mí una señora de 68 años muy respetada que ahora me estaba pidiendo también su ración de verga, recién me enteraba que ella aún necesitaba sexo y diferencia de las otras señoras si era así estaba mucho más necesitada entonces porque su esposo había muerto hace 10 años.
-! Bueno señora Norma tiene ud. razón fue la única que no me dejó, ¿ dígame que hacer como la complazco ?
Era tanto mi respeto hacía ella que aún no la veía con morbo, no me dijo nada estaba muy avergonzada ya era bastante para ella haber sacado valor para reclamar el servicio adicional que daba a las otras. Así que tuve que tomar la iniciativa, era medio gordita de tetas de buen tamaño pero eso sí de un culo grande.
Me coloqué detrás de ella y le sobe varías veces la verga hasta que sintió como iba creciendo y ella cerró los ojos y tiraba con fuerza para atrás su enorme culo, como usaba un vestido se hizo más fácil para mí subirlo y tenía su calzón grande que se lo bajé hasta la rodillas para terminar luego quitándoselo.
Sentía como su cuerpo temblaba como si fuera una adolescente en su primera vez, tenía que tener paciencia con ella, porque luego de mucho años la volvía a tocar un hombre, recorrían mis manos sus tetas y las acariciaba su respiración se hacía cada vez más rápida.
-! Así está bien señora Norma no se preocupe yo haré todo.. ¿.. Le gusta como la estoy tocando..?
-! Mmm... ayyy.. Toñito sii.. sigue.. ¡
Sentía ...
... como sus pezones se ponían duros debajo de la delgada tela de su vestido, y mi verga estaba en medio de la raya del culo que frotaba ya con fuerza, le encantaba sentir la dureza de un pene en su enorme trasero.
Le preguntó si quería ver mi pene y meterlo en su boca, me dijo que ella nunca se lo había hecho a su difundo esposo y tenía mucha vergüenza.
-! Esta bien señora Norma déjeme a mi, ahora vamos a su sala para estar más cómodos. ¡
Ahí vi que había un viejo sillón donde se sentaba su esposo, así que me senté ahí y le dije luego que ella ahora lo haga sobre mi, abrió las piernas y con mi falo en mano lo coloque en la entrada de su chucha y fue bajando ella y sentía como fue entrando muy lentamente en sus entrañas.
-! Ohhh... diooos.. qué ricoo.. mm.. ¡
Cuando sentí todo su peso sobre mí y sus nalgas en mis muslos, les digo que ahora todo dependía de ella que subiera y bajara con cuidado, y ella como buena alumna comenzó a subir y bajar, que apretado tenía su chucha y se sentía muy rico, la falta de sexo tanto tiempo en su concha pareciera como si se le hubiera cerrado.
Ya estaba bien caliente ella porqué ahora daba sentadas más rápidas y fuertes sobre mi verga, abrí todos los botones de su vestido para meter mis manos y tocar sus tetas y magrearlas con fuerza.
-! Ohhh.. ohhh... toñitooo..yaa...siii.. ohh... sientooo.. ohhh.. tan ricoo.. ¡
Y llegó a explotar doña Norma después de mucho tiempo al sentirse llena, y llegó el orgasmo a su ...