Mi prima Adriana es viuda.
Fecha: 24/11/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Tus Relatos
Autor: Alex Duarte, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Me llamó Alex, mi historia un día viernes por la tarde. Fui a visitar a mi abuela, ella vivía en la casa de mi tía. Al llegar a la casa me recibió una de mis primas, se llamaba Adriana. Ella era alta, una cara hermosa, un cuerpo espectacular, unos senos grandes, una cintura pequeña, pero su mayor atractivo era su culo casi perfecto. Por muchos años fue entrenadora de un gimnasio. Tenía poco de ser viuda, unos 60 días. Su esposo murió en un asalto, en la ciudad de México.
Pásate, no hay nadie. No tardan. Me puedes ayudar a subir unas cajas?.
Claro dime a dónde?.
Acompañame?.
La seguí, hasta su recámara. Mientras subía las escaleras, no podía dejar de ver, su espectacular culo. Traía un pequeño shorcito gris, y debajo un tanga rosa. Sinceramente me puse nervioso. Son todas esas, está bien. Le contesté.
Entre los 2 subimos las cajas a un cuarto vacío, además de ropa y zapatos.
Al terminar, me dijo tienes sed?.
Si, le contesté.
Regresó con unas cervezas, yo no tomaba mucho. Pero la acepté. Nos sentamos en la sala. Y empezamos a platicar, de varios temas y de lo difícil que ha sido la muerte de su esposo.
Seguimos platicando y me dijo. Quieres otra cerveza?. Claro una más.
Regresó y se sentó junto a mi, era impresionante su belleza y su cuerpo. Quieres otra cerveza?. Ya no, pero tu si quieres, ve por otra. Ella siguió tomando.
Seguimos platicando, ella fue por otra cerveza y al regresar se sentó sobre mis piernas. Al principio me sentí extraño, pero a la vez nervioso ...
... y hasta excitado. Su culo espectacular, estaba sobre mi. Ya no tomes, le dije. Tranquilo estoy bien. Me dijo. Mientras platicando, me dijo, fumas?. No me gusta. Prendió un cigarro y empezó a fumar. Vamos sólo una fumada, no me gusta le dije. Se paró frente a mi, andale sólo una fumada. Lo acepté y le fume un poco. Es muy obediente. La tensión era mucha, estaba sólo con una hermosa mujer. Te quiero mucho, me dijo. Y se sentó sobre mi. Está vez, puso su culo sobre mi. Podía sentir sus hermosas nalgas. Mi pene reaccionó de inmediato. Le agarré sus nalgas, las empecé a acariciar. Ella no decía nada. Ella me vio, y de momento me besó. Mientras me besaba, seguía acariciando sus nalgas. Sabía besar bien, mis manos recorrían su cuerpo, sus tetas, ya estaban duras. Le quite la blusa y le quite su brassier. Sus tetas eran hermosas, su pezón era rosa, no perdí el tiempo y empecé a comerme ésas tetas. Su gemidos y su voz cambiaron. No te detengas, me dijo. Mis manos, fueron directo a su entrepierna, primero por encima de la ropa y después le quite el short y se quedó sólo en tanga. Empecé a besar todo su hermoso cuerpo, hasta llegar a su entrepierna, le quite la tanga, ella estaba mojada. Completamente depilada, sus labios rosas y su clítoris ya se había salido. Me lo empecé a comer y mis dedos entraron en ella. Sus gemidos y los gestos que hacía. Me pusieron más excitado, me quite la ropa. Y mi erección estaba a su máximo. Ella me lo agarro, con una mano y empezó a mamarlo. Cuándo su ...