DESPEDIDA DE CACHITO - Relatos Eróticos

DESPEDIDA DE CACHITO

... ambos a la vez haciendome llegar a la gloria junto a Cachito que hacía su tercera descarga de la tarde en mi interior. Se quedó con su verga dentro de mí hasta que Roque me llenó el culo de leche. Ahí aprovechamos de descansar un rato y darnos una ducha para luego empezar nuevamente con nuestros juegos hasta dejar a Cachito sin leche en sus testículos. Me tiró 8 polvos esa tarde, y lo mejor de todo es que Roque estaba a su altura y no se quedó atras en ningún momento, es mas la novena acabada de Roque se la hice con mamadas ya que ambas bestias me reventaron ambos agujeros dejandome dolorida como hace mucho tiempo no me pasaba, la violencia de sus cogidas fueron tan placenteras para mí que perdí la cuenta de cuantas veces acabé. Esa noche dormí sola, ellos cada uno en una habitación de las varias que tiene mi casa. Por la mañana me desperté sintiendo una lengua que jugaba en mis nalgas, era Roque con su verga a mil lista para apoderarse de mi trasero, su lengua muy veloz hizo que me humedeciera al instante, solo atiné a colocar una almohada debajo de mi vientre para dejar mi culo apuntando al cielo y esperar la estocada de Roque, que muy amablemente me bombeo un poco mi vagina para lubricar su garrote antes de introducirlo por mi ...

... culo que lo recibió como se merece esta gran verga. Me sacudió por un buen rato hasta llenar mis tripas de nuevo, cuando se levanto observo que Cachito ya estaba con su mastil listo desde la puerta, así que lo invité a continuar con el trabajo para hacerme llegar  a mí también, lo cual hicimos juntos. Despues de desayunar continuamos con nuestros juegos, ya sea juntos o separados, estaba a su disposición así que me tomaban donde querían y lo hicieron todo el día. Mis perros solo estuvieron de observadores, pero solo por esta vez. Todo dependería del comportamiento de Roque para pasar al siguiente nivel. Terminamos otro día mas exhaustos, como a las 8 de la noche fué la última vez que me tomaron, ya no daban mas, si bien yo estaba cansada pero sentía el conquilleo en mi culo cuando todavía quiere verga. En cuanto ellos se fueron a dormir me fuí a que mi danés me termine de apagar con una hermosa abotonada de por lo menos 10 minutos para recien ahí ir a descansar.

A la mañana siguiente del domingo, despedí a Cachito comprometiendome en ir a visitarlo en cualquier momento, aunque sabiendo que ahora se iba con una mujer a formar algo. Fué mucho tiempo con este macho, se lo extraña y mucho mas alla de lo sexual. Cosas del destino.