Vanessa - Relatos Eróticos

Vanessa

Fue en una noche de box, me reuni con tres amigos en mi casa, con cerveza y botanas.
A mi esposa no le hizo nada de gracia mi pequeña parranda, pasaba de un lado a otro sin ni siquiera dirigirnos la palabra. Y cada pasarela mis amigos se la comían con los ojos, su pantalón de mezclilla se le metía en el culo y la blusa blanca no escondía sus pechos sin sostén. A sus 40 años tiene un cuerpo más que tentador y su bello rostro es la envidia de cualquier adolescente.
Ella estaba de muy mal humor y eso le ocasiona una fuerte migraña, vi que tomo la caja de Diazepam y tomó un par de pastillas.
-Me largo a dormir, procurar que no hagan desmadre tus amigos. 
Me dice desde las escaleras, sin importarle que escucharán mis amigos, los que no dejaban de ver el contoneo de sus caderas al subir hacia la habitación.
La pelea de box no daba para interesarse en ella y las cerveza casi se terminaba por lo que decidimos ir a la tienda por más, pero antes tenía que ir al baño, que está junto a mi dormitorio, después de orinar abro la puerta para ver como seguía mi esposa, aunque sabía de antemano que después de tomar sus pastillas estaba más que dormida, casi en estado catatonico.
Nada más se quito el pantalón y los zapatos para tumbarse boca abajo en la cama, su tanja blanca de encaje hacia ver más hermoso ese culo tan redondo y respingado que vuelve loco a cualquiera. Me acerco con la intención de taparla, pero una idea me llega de golpe, así que la dejo así y salgo de la habitación sin ...

... cerrar la puerta. Al bajar les pregunto si no quieren pasar al baño, sabiendo que al hacerlo era inevitable no ver a mi esposa en la cama.
Ricardo fue el primero en subir, la idea de la viera semi desnuda me exita. Me quedo platicando con los demás y al notar que tarda más de lo debido, subo sin hacer nada de ruido y al llegar a la habitación lo veo con la cara entre las nalgas de mi esposa. Al notar mi presencia salta asustado y me mira sin saber que decir.
Me dirijo al buro y sacó un paquete de condones, le doy uno. Lo toma un poco dudoso.
-Vas Bro! Le dijo al momento que le quito la tanja y pongo una almohada en la pelvis para que pare el trasero.
Se pone el condon y le lame la vagina como un perro, después se monta en ella y la penetra de un solo golpe, los jadeos de Ricardo hacen que los demás suban para ver que estaba sucediendo y al llegar se quedan en la puerta viendo como se cogen a mi esposa enfrente mio.
Les doy condones a Raúl y a Sergio y les dijo que esperen su turno. Pero ya están más que calientes, por lo que hacen a un lado a Ricardo y se turnan para penetrarla.
En una ronda de esas, a Sergio le desespero, fue hacia donde estaba la cabeza de mi esposa y le coloca el pene en los labios, empuja poco a poco hasta que logra abrir su boca y empieza a cogersela por la cara. De repente Raúl se acuesta a un lado de Vanessa y pide que le ayuden a montarle a mi mujer. La toman y la acomodan hasta que esta bien ensartada en el pene de Raúl. El culo de ella, quien ...