1. MI AMIGO ES MI MACHO Y MI AMANTE


    Fecha: 09/12/2019, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: ANTONIO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Con Roberto somos muy buenos amigos, incluso una vez nos cogimos a una prostituta juntos, eso sí sin tocarnos entre nosotros, pero estando muy juntos, nos corrimos juntos, yo en la vagina de la prostituta y Roberto en la boca.
    Por asuntos laborales Roberto se tuvo que ir a trabajar al sur, así es que estuvimos separados durante casi un año, aunque manteníamos la amistad gracias a las redes sociales. Estando en el sur sufrió un accidente que casi le cuesta la vida, fue trasladado a la capital de inmediato, me convertí en su enfermero, estaba en todo momento con él, lentamente fue recuperándose, pero quedó con una cicatriz en el pecho que lo acompañaría durante toda su vida. 
    Retomó su vida poco a poco y nos unimos más que nunca, de echo se fue a vivir conmigo a mi departamento. 
    Un día conversando mientras bebíamos una cerveza me contó que su vida había cambiado después del accidente, que había pensado mucho en las segundas oportunidades y que ahora se iba a centrar en lo verdaderamente importante, yo asentí diciendo que su accidente nos había cambiado a ambos, casi con lágrimas en los ojos terminamos abrazados fuertemente. Desde ese día las cosas efectivamente comenzaron a cambiar entre nosotros, comenzamos a llevar una relación prácticamente de pareja sin sexo, salíamos a todas partes juntos, dormíamos en la misma cama, solíamos estar abrazados haciéndonos cariño. Una vez estando en un restaurante, nos llevaron de regalo de la casa una botella de champagne, nosotros ...
    ... miramos extrañados, pero el garzón nos aclaró que ese día celebraban el día de las parejas gays, así es que habíamos salido favorecidos con una botella de chapagne de regalo. Ambos no supimos que decir, pero era obvio que pensaran de esa forma, si mientras comíamos nos tomábamos de las manos,  yo le acariciaba el rostro, nos reíamos cómplices.
    Esa noche Roberto mientras me abrazaba me dijo que no le había molestado para nada que nos confundieran con una pareja gay en el restaurante, yo me reí y apreté mi cuerpo con el suyo, sentí los labios de Roberto besándome el cuello, mientras mi trasero estaba pegado a su paquete, no me molestó sentir que poco a poco su miembro se ponía duro, Roberto se acomodó de tal forma que su pene quedó justo entre mis nalgas. Empecé a mover mi culo contra su verga, él mordía mi oreja. Tomé sus manos y las puse sobre mi pecho quería sentirlo acariciando mis tetillas y lo hizo, dejé escapar un gemido, una de sus manos bajó y se metió entre mi calzoncillo acariciando mi culo. Me invadió una oleada de placer, decía su nombre entrecortado por los gemidos, bajé una de mis manos y toqué su verga sobre la tela del boxer que llevaba puesto, luego metí mi mano dentro para encontrarme con un pedazo de carne palpitante, duro y caliente. Roberto me pedía que me entregara completamente, y no dudé en hacerlo, es más, le pedí que se corriera dentro mío, quería sentir su hombría muy adentro. Busqué su boca con desesperación, un beso largo, mientras él abría mis nalgas ...
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