Mi viejo amigo - Relatos Eróticos

Mi viejo amigo

... isla junto a su mujer y su bebe que apenas tenía meses de nacida. Yo les había ayudado a encontrar hospedaje, al llegar los lleve a alquilar una camioneta, pues deseaban ir de compras y llevar algunos familiares de su esposa a la playa en algún momento.

Un día me pidieron que los acompañara a una población que esta como a una hora de camino, que era donde estaban los familiares de ella, yo cuadre en mi trabajo y los lleve, pues no tenían idea de donde estaba ese lugar… maneje la camioneta de ida, al llegar con la familia de ella, la idea era estar ahí que cuadraran para ir luego a la playa y volvernos sin tardar, para dar chance de hacer unas compras, pero los planes cambiaron ella decidió quedarse con sus tíos todo el día y que nosotros nos regresáramos a hacer esas compras, a ella sus familiares la devolverían por la tarde al hotel, entonces el manejó de regreso para aprenderse el camino y poder regresar otro día ya sin mi guía. El camino de a la ciudad es bastante largo y hay una montaña no muy alta que se atraviesa subiéndola, en ese lugar a la camioneta se le ponchó una llanta, como era alquilada contaba con un seguro de grúa y de auxilio, llamamos de inmediato pero como estábamos a medio camino de la ciudad tardarían, así que nos dispusimos a ver un show humorístico en el DVD que traía la camioneta, ya que él lo había comprado la noche anterior y aun lo tenía ahí, nos pasamos al asiento de atrás, para ver bien la pantalla, nos moríamos de la risa, en una de esas ...

... carcajeadas rozamos nuestras manos, y él me la tomó y me dijo, Ana Gracias! Y yo me quede así de una pieza, y le pregunté gracias de que edgar? … Por aceptar volverme a ver, encontrarte fue como realizar un sueño de mis mejores años, en todo este tiempo cada tanto te he pensado, y me he arrepentido de mi timidez, pues te cuento que me moría por besarte, por tomarte de la cintura y sentir tu cuerpo, haber bailado solo sacio un poco lo que realmente deseaba que era estar contigo más íntimamente… Yo me quede helada, pues no me esperaba tal confesión, aun estábamos agarrados de manos, el me acariciaba la mía con mucho cariño, pero mientras me decía eso sus caricias se hicieron más lentas y más atrevidas, cuando dijo eso, yo solo podía pensar y recordar que yo moría por tocarlo en aquel entonces, me encantaba su pecho velludito, y su barba que aún conservaba tal cual en aquel momento. Nos miramos un momento y sin más comenzamos a besarnos, mientras lo hacíamos de verdad sé que ni pensábamos en nada, el lugar donde estábamos ya no existía en nuestras conciencias, simplemente estábamos entregados a un deseo antiguo y a la oportunidad de consumarlo, yo estaba feliz mente casada y con dos niños maravillosos, mas eso en ese momento no me importo y el hecho que el tambien estaba casado y con un bebe recien nacido la verdad me lo pase por el arco del triunfo, ni pensé en eso, simplemente me deje llevar por aquellos besos, sus labios eran de fuego, decía mi nombre y me besaba, mientras me ...