Mi abuela y su secreto - Relatos Eróticos

Mi abuela y su secreto

Había ido a una reunión familiar en la casa de mi abuelo por motivo de su cumpleaños número 70, estaba junto a mis padres, tíos y toda la familia etc donde todo era felicidad  y  brindaban  y bailaban todos y no había problema luego porque la casa de los abuelos era grande y había varios cuartos para que luego descansen .

   Cuando mi tío Pedro que estaba con mi padre y abuelo tomando me llamó y luego me pide que por favor le traiga dos cervezas más y bien heladas fui a la cocina y ahí estaban mi abuela y su compadre Manuel y sin ser visto por ellos logré escucharlos y verlos en una situación comprometedora que jamás hubiera imaginado .

-! Noo.. Manuel dejame alguien puede venir y es muy peligroso, afuera está toda mi familia ni me quiero imaginar que pasaría si se enteran.. ¡

Pero su compadre estaba borracho y en ese estado no parecía importarle nada y seguía metiendole la mano a sus tetas y magreandolas con lujuria  mi abuela que trataba de safarse del abrazo que recibía de él, pero también Manuel le sobaba su ereccion en su enorme trasero.

Vaya joyita que había resultado ser mi abuela que le ponía los cachos desde tiempo a mi abuelo con su compadre que se había quedado viudo y en ella había encontrado muy buen consuelo a su soledad, ver como él le levantó la falda y acariciaba sus enormes nalgas y la apoyó sobre el lavadero tratando de penetrarla hizo que tuviera también una buena ereccion.

-! Vamos Camuchita no seas mala un ratito nada más  nadie va a ...

... venir todos están bailando, además tú me dices siempre que a ti te gusta como te lo meto todito en tu concha goloza.. ¡

Ella se quedó quieta y ahí aprovecho el compadre para hacer a un costado su calzón y meterle la verga y darle unas buenas empujones en su chucha haciéndola que ella comenzará ya a dar débiles gemidos fuerón varios los minutos que fui testigo de como se estaban cachando a mi dulce y muy respetable abuela. 

    Pero cuando ellos oyeron que mi tío Pedro se iba acercando a la cocina y me llamaba  varias por mi nombre y pidiendo sus dos cervezas, ellos se asustaron y él se fue rápido por la otra puerta que daba al jardín mientras mi abuela Canucha se iba acomodando su falda y se puso a servir los platos con la comida que había preparado, ahí recién salí de mi escondite y fui a la refrigeradora para sacar las dos cervezas.

-¿ Qué pasó sobrino con mis cervezas porque la demora en llevarlas..?. ¡ Tú papá creyó que te habías quedado dormido.. Jajaja.! 

Ahí mi abuela se dio cuenta que había visto y escuchado todo lo que pasó en la cocina con su compadre y se puso nerviosa, ante la pregunta de su hijo le contesté que le estaba ayudando a mi abuela y le entregué las cervezas y él se fue de nuevo a la reunión y yo lo seguí también. 

Luego del susto que tuvieron  en la cocina mi abuela se mantenía a una distancia prudente de su amante pero sus miradas eran de complicidad y nadie lo notaba salvo yo que ahora ya sabía la verdad, a mis 17 años estaba  cansado de ...