Mi hijo bisexual 1 - Relatos Eróticos

Mi hijo bisexual 1

Tengo 44 años, y un hijo de 17, viudo desde hace 10 y sin pareja estable, nunca se me pasó por la cabeza rehacer mi vida casándome otra vez o mantener una relación muy sólida que digamos, cuando recién enviudé mi hijo era muy pequeño y le dediqué todo el tiempo posible a él, con los años la relación con mi hijo fue cada vez mejor, la complicidad y confianza entre los dos siempre estuvo presente y por eso tratamos de no tener secretos entre nosotros.
Todo empezó hace un par de años, como todo adolescente comenzaron las salidas nocturnas, y los nuevos amigos que llegaban a mi casa ya que nunca le prohibí eso, yo prefería que estuviera en casa y no tomando en la calle, pensamientos de padre, así que nunca tuve problemas en que vinieran y tomaran algo de alcohol o pusieran música fuerte e inclusive hicieran reuniones numerosas, cosas así.
Se hizo de un grupo inseparable de amigos, buenos chicos y chicas, eran 5 en total, 3 pibes y 2 pibas, mas mi hijo, nunca se me pasó por la cabeza ver a las “nenas” de manera rara y tampoco a uno de los chicos que era muy evidente su inclinación sexual, claramente gay, si ellos no decían nada yo tampoco y la verdad no me molestaba en lo más mínimo.
En una de esas fiestas que hacían, vinieron varios más, pero al final solo quedaron los mismos 5 de siempre, todos de la misma edad que mi hijo, yo me encerraba en mi habitación y dejaba que ellos se manejaran, ya a la mañana me levanté y ya vi a dos chicos de ellos durmiendo en el sillón de la ...

... sala, me acerque a la habitación de mi hijo y estaban las dos chicas y mi hijo durmiendo en la misma cama de 2 plazas que tiene, me reí internamente pensado que si debajo de las sabanas estarían desnudos o vestidos.
Me retiré a mi habitación y me preparé para tomar una ducha, entré al baño y no estuve más de 10 minutos y salí, como siempre solo con la toalla atada a la cintura, sin acordarme que había gente en mi casa, cuando estaba recorriendo el pasillo entre el baño y mi habitación me topo con Verónica, una de las chicas que levantaba que también iba al baño, casi chocamos de frente ella aun semidormida y yo distraído, sus manos se apoyaron en mi pecho y al verme solo abrió grande sus ojos y dijo perdón, me rodeo y continuo su camino, me quede quieto un instante y al girar para verla ella también me miraba, en realidad su mirada se dirigía claramente hacia la toalla que tenía puesta, al darse cuenta que yo la miraba entró rápidamente al baño y cerró la puerta, yo entre a mi habitación y me reí de la situación, una adolescente mirando a un tipo grande semidesnudo, al instante también pensé que no era tan bueno ni tema de risa si ella lo tomaba a mal, pero los conozco desde hace años y no creía que así sea.
Fui a desayunar y recién todos estaban despertando, me saludaron de a uno amablemente, los chicos se fueron despidiendo y saliendo de mi casa y al final solo quedaron las chicas y mi hijo desayunando junto a mí.
-	No tienen casa Uds. – pregunté sonriendo para que se ...