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El último encuentro internacional
Fecha: 15/12/2019, Categorías: Masturbación Tus Relatos Autor: Vinlansaga, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
No sé qué habrá sido de aquella colombiana, con la que me volví casi un enfermo de las pajas. No había cuerpo ni actitud detras de cámara que me excitara tanto como el de ella. Quizás la manía nos alejó. Pasamos más de un año (en forma inconstante, todo hay que decirlo) masturbandonos y enviando fotos cada vez más atrevidas. Al principio sólo era por webcam, después las fotos eran cada vez más indiscretas. En un tiempo se puso de novia con un sujeto que veía cada tanto. Le dije que esperaba que sea feliz con él. Un día hablamos por webcam, fue la última vez. Ella seguía saliendo con aquel. Hablamos de todo, como si nos hubiéramos olvidado de todas esas noches... Hasta que la conversación se tornó mas cachonda. -Te besaría esos labios carnosos- le dije. Te los morderia suavemente mientras te acaricio el pelo.- Y es que... Si había algo que nos gustaba eran nuestas palabras cargadas de erotismo. -¿Y después? ¿Aquí?- Mencionó, tocandose el cachete. -Si, y tal vez un susurro en la oreja. Después mis besos irian cada vez más abajo. -¿Aquí?- Señalaba una y otra vez, ...
... mientras descendía hasta el cuello. Me mostró su corpiño que cubría esos enormes y bellos pechos. -Mostrame esas tetas que me encantan- le dije- Te morderia suavemente esos pezones- Dije. -No sé- Mencionó. -Mira esto- dije, y le enseñé mi pene que estaba como si no hubiera tenido sexo hace diez años. No les miento si les digo que se quedó hipnotizada mirando cómo mi mano subía y bajaba. Lo había tomado con todo el puño con una fuerza que demostraba mi tamaño y mi excitación de la mejor forma. "Así no se puede" dijo. Y es que parecía haberse enamorado más de mi pene que de mí. Comenzó a tocarse desde su cama. Con la luz de la linterna me enseñaba los pechos colorados de la calentura. Juro que fue la mejor noche que pasamos. Me mostró su vagina y cómo se tocaba sin reprimir sus gemidos. Yo acabé en mi estómago sin hacer silencio. Ella me enseñó su mano todo humedecida. Ambos nos desquitamos con ganas. Después le dije "Perdón por tentarte" y ella me contestó "Yo también quería". Eso en cierta forma me elevó el orgullo. Ella salía con alguien pero yo la satisfacía.
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