Mí primera experiencia, con el tipo del carro (2da parte) - Relatos Eróticos

Mí primera experiencia, con el tipo del carro (2da parte)

... estaba dando. Mientras el invitado, sacaba y metía aquel monstruo de latex en mi culo.Bueno, ya está listo tu culito, para recibir con todos los honores, a nuestro invitado.Me sacaron aquel consolador; Cuando lo sacó noté un tremendo soplo de aire entrar por el agujero de mi culito.Eché la mano a mi culo y ¡Dios!, tenía un tremendo agujero. Hasta notaba como si me entrara el aire por ese tremendo agujero que me había quedado.El hombre invitado me agarró por la cintura, llevándome hacia la pared del cuarto donde estaba la puerta.Me hizo colocar las manos en la pared.Cogiéndome por las caderas, me dijo.Vamos bebé, dame ese culito tan bueno que tienes. Así, bebé, así, abre bien las piernas, y dame ese culito, para que te lo coja bien cogido. Te voy dejar el culito bien cogidito bebé.Metió primero un dedo en mi agujerito, mientras me iba diciendo, así, así, ábrete bien; a la vez que iba colocando aquel manguerón que se gastaba en la entrada a mi culo.Fue empujando poco a poco su tremendo pipi, hasta metérmelo todo en mi culito.¡Ufffffff! ya estaba ensartado por aquel tremendo guevote.Dios, que grande se sentía caliente y palpitante, cómo que me encantaba más que el de Ezequiel. Notaba sus bolas pegadas a mi culo, teniendo la sensación de estar ensartado en una estaca.Ay, bebé, que culito tienes, ya se comió todo mi guevo. Ahora vamos hacerlo gozar, mmmmm, aaaaahhhhh, que bueno, que gusto. Está de vicio tu culito, bebé. Mientras empezaba a mover sus caderas, haciendo que su ...

... tremendo guevo, entrara y saliera de mi culito, haciéndome chillar de placer, aaaaaayyyy, siiiii, aaaaaaayyyyy, suspiraba yo.Mientras me cogia el invitado, ezequiel me acariciaba la espalda y cabeza.Me iba diciendo:Así putito, goza, disfruta del placer que te damos, mi niño.Debía llevar más de 10 minutos dándome por el culo aquel semental, y no tenía trazas de acabar.Yo ya estaba en el séptimo cielo, con el guevo que no paraba de chorrearme semen.Sudaba como si estuviera en una sauna.El que me estaba dando por el culo, ahora me cogía por las piernas. Mientras me metía en el culo su tremendo pipi, me las tenía en el aire, dando unas tremendas embestidas con su guevo, eran tan fuertes y placenteras, que me hacían gritar de placer.Prácticamente me tenía plantado en la pared y a punto de correrme.¡Dios! aquello me estaba volviendo loco de placer.¡Me estaba corriendo! ¡oooooohhhhhh! me corro, me corro, ¡ooooooohhhh!.Goza mi niño, goza, ay que orgasmo te está haciendo tener.Me había corrido como nunca; era la segunda vez que eso me pasaba; me había corrido, sin haberme tocado el pipi.¡Dios!, aquello me tenía en trance, y el que me daba por el culo, seguía rompiéndome el culito, con aquel tremendo guevo, y que guevo, como me había hecho gozar.Al cabo de un rato, el que me estaba dando por el culo empezó a gemir fuertemente ¡oooooooohhhhhh! me corro ¡oooooooohhhhhhh! me corro, me corro, y dando unas culeadas más fuertes y profundas, terminó de correrse, quedando encima de mi espalda, ...