Aprendiendo a compartir esposa lll juegos de sumisión - Relatos Eróticos

Aprendiendo a compartir esposa lll juegos de sumisión

Después de nuestro segundo encuentro con Raúl. Teresa se despertó radiante me aseguró que estaba dispuesta ha follarse al negro de la playa y que quería que quedaríamos con Raúl de nuevo. Yo lo llame por teléfono y le conté que Teresa estaba dispuesta a repetir la experiencia del día anterior.  Pero Raúl me dijo que no. Que mi mujer era muy fogosa y le iva la marcha pero que yo tenía que dirigirla y mandarla hacerla una sumisa puta obediente y entre los dos la íbamos ha adiestrar. A Si que quedamos en que el nos recogeria a la noche y que Teresa fuera vestida lo más zorra posible.  Cuando por la noche llegó Raúl Teresa se había vestido con una camisa roja transparente mostraba su vientre plano coronado por un ombligo perfecto  y debajo un top negro que le cubría parte se su generoso pecho. Una minifalda negra muy corta que tapaba lo justo el principio de las nalgas . Y llevaba unos tacones altos rojos . Y sus labios también de un carmín rojo intenso . Sus párpados de un tono verdoso como sus ojos lujuriosos y su media melena rubia oro. Tenía un aspecto de puta de lujo. Raúl  le dijo que estaba presiosa y que yo era un puro afortunado por la hembra que tenía.  La beso en la boca recreandose en meterle la lengua al tiemo que le apretaba las nalgas. Luego nos subimos al taxi en el que había venido él. Dejando a Teresa en medio de los dos. El taxista era un negro corpulento más o menos de nuestra edad.  Nada más arrancar Raúl le ordenó a Teresa que se quitará las bragas ella lo ...

... hizo y se las dio y Raúl le dijo al chofer que las guardará. El negro las cogió y tras olerlas se las guardo en un bolsillo. Luego Raúl le dijo que también se quitará el top . Para ello Teresa tubo que quitarse la camisa y lurgo el top quedándose con las domingas al aire. Fue a darle el top pero Raúl le mando que se lo entregará ella al chofer. Teresa así lo hizo . Raúl acariciando los pechos de mi mujer le pregunto al chofer si le gustaban a lo que este respondió que eran unos pechos preciosos. Raúl empezó a mordisqurar el pezón que tenía más cercano y yo hice lo mismo con el otro. Yo estaba muy excitado con aquél juego de Raúl mostrando a mi mujer al taxista. Le subimos la falda mostrando su sexo depilado y jugamos con su clítoris. Teresa estaba también muy excitada veía como el negro la contemplaba por el retrovisor.  Tanto Raúl como yo nos dimos cuenta de lo húmeda que estaba y le metimos dedos dos cada uno ella gemia de gustó asta que se corrió. Sacado los dedos empapados se los metio en el culo .yo le meti 4 en el coño asta que volvio a correrse. Raul  saco un dildo y se lo introdujo en el culo y luego unas bolas chinas y las metio en su coño. El coche se detuvo. Habíamos llegado a un antro que una vez Teresa se recompuso la camisa salimos de coche y entramos.  Era una especie de restaurante con las mesas dispuestas entorno a un escenario.  Nos se tamos en la que teníamos reservada. Tras la cena salió una pareja al escenario. Ella era una negra alta de grandes pechos y ...