Esposos cómplices cap 4 - Relatos Eróticos

Esposos cómplices cap 4

Después de un tiempo de la partida de nuestro amigo que nos acompañó a mi esposa y a mi en una de esas locuras sexuales por 4 meses, me dediqué al transporte público como nuevo sustento de vida, fue así que entre los pocos pero grandes amigos, hubo uno que me tenia mucha confianza contandome todas las cosas que pasaba en el trabajo como en su hogar.
Fue asi que pidiéndome la reserva del caso me confió que el problema que le agobiaba era su hijo de 16 años que se habia convertido en un gran pajero y que su mamá y sus hermanas ya lo habian descubierto, por lo cual se le llamó la atención, pero como sabemos eso no se queda asi. La verdad yo tampoco le encontraba solucion por que a esa edad no se le puede llevar a ningun prostibulo, casa de cita y ninguna puta aceptaba por temor a tener problemas con la justicia.
Ante su preocupación solo me quedo tranquilizarlo con un Dejame ver como te puedo ayudar.
En una de esas noches locas de pasión con mi esposa, decidí convertir el problema de mi amigo y con unos ingredientes más en una loca y arrecha fantasia dandonos un buen resultado.
En nuestro descanso queria proponerle ayude a ese muchachito a debutar sexualmente ya que si en la fantasia nos hizo muy bien, en la realidad sería mucho mas excitante.
Tomé valor para decirselo por que este asunto nunca entre todas nuestras locuras lo habiamos pensado.
Se lo dije, no sin antes advertirle que si ella decia NO era un No , y como me lo esperaba fue un no, aduciendo que podía ser ...

... su hijo, que ya estaba vieja y traginada, moralmente ante la sociedad se veía mal. NO NO y NO.
Pero como yo no soy de los que tiran la toalla rapidamente, contraataque diciendole que a mis 15 a mi también me pasó lo mismo.
Jugaba por un equipo de fulbito y el entrenador era un sr de edad que junto con su esposa nos cuidaban y nos querian mucho. Hasta que en una oportunidad dos de los chicos se enfermaron con venereas y eso fue toda una tragedia. Los papás le llamaron la atención al entrenador por no tener el cuidado necesario. Pero no era asi, por que estos chicos cuando se despedian de todos nosotros se iban al cuarto de un homosexual para calmar su apetito sexual.
La esposa del entrenador hablo con 4 de nosotros que éramos sus engreidos y despues de un sermón y comprendiendo ella nuestras necesidades prometio ayudarnos utilizando su mano para pajearnos y dejarnos tranquilos, cosa que para nosotros era mas delicioso que hacerlo nosotros mismos.
A la semana el más avezado de los 4 le propuso tener relaciones sexuales, cosa que lo tomó con una sonrisa pícara, pidiendonos a cambio nuestras propinas y le aceptamos.
No era una mujer muy guapa, ni tampoco joven y no lo hacia tanto por el dinero, lo hacia por nuestra tranquilidad sexual.
Sentir por primera vez que la polla entra en una vagina caliente y que permite arremeter con todas tus fuerzas hasta descargar todo ese liquido que a veces no te deja dormir es como entrar al paraiso.
Este acto de ayuda nos permitió llevar ...