Nuestro Sancho Favorito - Relatos Eróticos

Nuestro Sancho Favorito

... Madero (olvide decirles que esto ocurre en Monterrey, en el norte de Mexico) , entonces, dejaba un poco lejos el carro para ir yo a ordenar los platillos. Mi esposa aprovechaba para coquetearle a Pepe y asi, con detalles de estos y muchos otros que se dieron en nuestra casa logra mi vieja que empiece a agasajarlo y a darse fajes leves, mismos que suspendian al acercarme yo. Todo esto Chela me contaba de como iba avanzando hasta, que el muchacho le decia que "ya se mochara". Mi esposa no sabia que queria decir con eso. Le explico yo, te esta diciendo que ya le des las nalgas.
   Ella le dice que si se las va a dar, pero que se espere. Que todavia no esta lista porque antes tiene que advertirle algunas cosas. Como que? Pregunta El. Debo estar segura que Tu no vas a andar diciendole a nadie. Que debe ser muy discreto porque si mi esposo se entera,no se como vaya a reaccionar y no quiero poner en peligro mi matrimonio.  No te preocupes por eso, le dice; ya ves que aqui entre nosotros hay confianza y bromeamos y Leo nunca me ha reclamado.  Si, tienes razon. A mi tampoco me ha dicho nada mi esposo. Te tiene mucha confianza, Ya ves que hemos estado solos y no ha sospechado nada. Entonces?
   Mira, le dice mi esposa; vamos a hacer algo de aqui en delante por un tiempo, aceptas?
   Que es?, de que se trata.
   Mira; haz de cuenta que a partir de ahora tu y yo, somos novios y mas delante veo yo cuando voy a poder darte lo que quieres. Acepto., le contesta. Y, me cuenta Chela que ...

... ese dia se dieron un faje que por poco y le da las nalgas ahi mismo. 
   Sobra decir que desde esa vez, los fines de semana ahi lo tenia en mi casa. Para facilitar las cosas yo, llevaba al ninio grandecito con los abuelos, solo quedaba la nenita con nosotros. Lo clasico era que el sabado por la maniana Pepe me acompaniaba a hacer algunas vueltas, resolver pendientes y regresar a casa a tiempo de la comida. Yo, para dejarlos solos me ofrecia a ir a la tienda a comprar los refrescos, y ellos aprovechaban para fajarse, sin tener que cuidarse si la ninia los miraba. A mi esposa no le preocupaba que la mirara abrazarse con El o darse de arrimones y que le agarrara lo que quisiera. Despues, mi esposa se dedicaba a hacer quehaceres pendientes y Pepe y yo nos ibamos al ensayo. Al terminar, regresabamos a casa a mirar algunas peliculas rentadas. Mientras mi esposa preparaba la cena y ya despues, casi siempre a mi "me entraba el suenio" y varias veces fingia que ya estaba cansado y dormitaba en el sofa. Y, mi esposa me decia; si tienes suenio, pues vete a la recamara y yo voy a dormir a la nena. Cuando se acabe la pelicula Pepe se va a ir y yo apago la tele. En la sala se quedaban Pepe, Chela y la nena. Cuando, despues de un rato mi esposa entraba a verme, me decia; no salgas, dejame ver que puedo avanzar. Andale, dejate manosear y calientalo pero no le des nada todavia. Esta bien, yo te cuento luego.
   Me quedaba con la oreja pegada a la puerta para ver si escuchaba algo, solo se ...