1. Las dos chicas altas


    Fecha: 21/12/2019, Categorías: Lesbianas Tus Relatos Autor: Narciso Bello, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    LAS DOS CHICAS ALTAS
    Tenía 44 años y me encontraba en un trabajo. Allí conocía muchas chicas. Había dos jovencitas como de 30 años que eran muy altas y que siempre iban juntas. Una era morena y la otra rubia. La morena de pelo un poco más largo que la otra. Tenían dos corpachones pero no muy abultados senos.
    No se fijaban nunca en mi a diferencia de las demás mujeres. Pero una vez me sorprendieron. Estábamos a ambos lados, de la puerta y quise entrar. Entonces la morena dijo:
    -Deja pasar a esta belleza.
    Me piropeo. Aunque creía que eran lesbianas. No recuerdo sus nombres, pero a la morena la vamos a llamar Carmen y a la rubia de pelo ensortijado y corto, Leticia.
    Otro día me vino la morena que era la más lanzada.
    ¿Quieres venir una tarde con nosotras? -me dijo-. Nunca hemos estado con un hombre.
    Por supuesto que dije que sí. Las dos eran muy bellas.
    Fuimos a la casa de Carmen. Estaba la madre y a mí me dio vergüenza, pero a la señora le daba igual.
    Pasamos a una habitación donde había dos camas.
    -No ...
    ... permitimos que nos toques- dijo Leticia- pero consentimos en que nos desnudemos y cada unos nos masturbemos.
    Es lo que hicimos. Las dos desnudas tenían cuerpos macizos pero delgados. Un poco desgarbadas. Se besaron en la boca y se metieron las lenguas. Leticia toco los pechitos de la otra y pasó la lengua por sus pezones.
    -Tú no te toques todavía-dijo Leticia.
    Carmen se tumbo en la cama y Leticia le acarició el clítoris y luego le paso su lengua. ¡Que forma de tocarse tenían!
    Se abrazaron una tumbada sobre la otra como si estuviesen follando.
    Se dieron media vuelta y me invitaron en que me tumbará en medio en aquella cama no muy grande. Sólo pude notar la calidez de sus cuerpos pegados al mío. Brazos y piernas.
    -Masturbémonos-. dijo Leticia.
    Y cada uno se puso a tocarse.  Las dos jadeaban y terminaban en un grito cuando tenían un orgasmo. Aquella situación me puso muy cachondo y termine eyaculando a mares. Y gritando quizás forzadamente. Como nos movimos frenéticamente.
    Aunque me quedé con ganas de catarlas.
     
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