Una delicia de mujer - Relatos Eróticos

Una delicia de mujer

... metiendosela y sacándosela, agarrándole las nalgas tam deliciosas y ella besándome de una manera súper sensual, cuando sentí que me iba a venir le pregunté que si lo podía hacer adentro y me dijo que si con la condición de que fuera en esa posición, cargándola recuerdan? Pues empecé a moverla más fuerte y más rápido y más profundo hasta que mi verga empezó a hincharse y empezó a escupir una cantidad de semen y con una potencia que para alguien de mi edad 65 no podía creer, ella se vino al mismo tiempo, mientras yo me venia en su interior ella no dejaba de moverse, cuando nos acostamos se salió y empezó a mamarme la verga diciéndome que quería limpiarla muy bien, la mamo tan delicioso que en segundos se volvió a poner durísima algo que a ella le encantó porque me contó que siempre que se venían adentro o en su boca terminaba todo, y cuando termino de mamar se montó encima mío y comenzó a mover las caderas y las nalgas de una forma deliciosa, mientras yo le agarraba las tetas, en este segundo round dure mucho más y ella estaba fascinada, me decía que era la ...

... primera vez que no tenía que pedir más que por primera vez cogia con un hombre de aguante jejejeje cosa que hasta yo mismo me sorprendí pero el tener a esta hermosa niña de 19 años ensartada como mariposa era de las cosas más deliciosas que había hecho en mi vida, cuando se cansó me dijo que quería su lechita para dormir a gusto y pues empezó a mamar de una manera tan deliciosa que en cuestión de segundos le llene la boca de semen, ella solo daba pequeños gemidos mientras se tragaba toda mi leche y exprimía y masajeaba mi verga a su entero gusto, al final quedamos rendidos los 2 y me hizo la promesa de que no solo sería esa vez, que me la podía coger las veces que yo quisiera, que me amaba y que estaba fascinada con mi verga, nos abrazamos y así nos dormimos, cabe mencionar que esto sucedió un viernes último día laboral por lo que al día siguiente sólo nos fuimos a desayunar los clásicos panqueques y al regresar a la casa volvimos a dar rienda suelta a nuestros más bajos instintos, terminando con un delicioso anal que les contaré en alguna otra ocasión