Mi Padre y su querido hijo - Relatos Eróticos

Mi Padre y su querido hijo

Desde hace algunos meses me tenía mucho morbo el hecho de enrrollarce con alguien de la familia. Yo en ese entonces tenía 14 años, y mi padre 37 el tiene un cuerpo normal, sin paso demás, pero tampoco tan marcado y eso me tenía pensando en que podría pasar, cosa que nunca tenía demasiado tiempo pensando porque sabía que nunca podría haber nada, ya que el es heterosexual y bueno, es mi padre, no es común que un padre haga ese tipo de cosas con su hijo.
Era año nuevo y mi padre como es costumbre se embriagó con todos sus colegas del trabajo, al igual que mi padre, toda la familia estaba demasiado ebria, mis primos y hermanos ya dormían, pues ya estaba amaneciendo y mi padre ( no se porque, tal vez de lo ebrio que ya estaba) se quedó tirado en el cuarto de huéspedes y sus invitados ya dormían en la sala y cocina, yo solo aprovechaba cada momento para tocar los penes de sus amigos que no sentían absolutamente nada, hasta que me puse tan caliente que no aguanté las ganas de querer coger con alguien.
Por fin mi madre se subió a dormir al cuanto (en el que es de mis dos padres) junto con sus amigas, ahora ya no había nadie despierto y yo estaba tan caliente que se me vino la peor de las ideas, entré despacio al cuarto de huéspedes y vi a mi padre con todo y el traje aún puesto, yo solo temblaba y me retorcía del miedo y las ganas que tenía que un polvo, me acerqué a mi papá despacio y me acosté a su lado tapandome con una cobija que estaba en uno de los estantes, era tan gruesa ...

... que nos calentaba a ambos en la habitación, posteriormente lo abracé y lo empecé a acariciar hasta que le quité la camisa y el cinto de su pantalón, estaba ansioso por ver que era lo que tenía ahí abajo, ver con que me había hecho, con qué había roto a mi mamá; luego de desabotonar su pantalón, poco a poco bajé el cierre de su pantalón y acaricié su pene caliente sobre su bóxer, podía sentir su vello y su grueso pene palpitar, sabía que estando el dormido no podría haber una erección y mucho menos actividad entre ambos, pero de igual manera bajé su bóxer y empecé a comer toda la verga de mi papá mientras pellizca sus peones y recorría todo su pecho. Cuando me cansé de solo chupar su lindo pene empecé a moverlo, hasta que vi que hacía sonidos con su boca, como si empezara a sentir los estímulos, en ese momento me alejé un poco, porque podría levantarse y habría problemas, me estaba agachado cuando se levanta y me dice: -Emma, a donde vas, tomando mi mano (Emma es el nombre de mi madre), en ese momento me congelé pues creí que era mi madre, me jaló y puse una manta sobre mi cabeza para que no me reconociera, me miró unos segundo sin distinguir nada y luego puso mi cabeza sobre su pene que ahora se estaba poniendo duro, el era muy brusco, tanto que de momentos me atragantaba, luego de eso mi padre me alzó hacia arriba por debajo del cobertor que me camuflajeaba y comenzó a besarme mientras el jemía tan varonil y pronunciaba el nombre de mi padre. Ahora era el momento en el que el ...