1. Chingado otra vez por el gitano.


    Fecha: 16/01/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Danisampedro91 , Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... quedaba, íbamos a terminar follando. Así que los dejé allí, y me fui andando para mi casa. 
    
       Al día siguiente la cosa transcurrió más o menos igual que el día anterior; el gitano metiéndome mano cada vez que tenía ocasión, y quererme follar. Pero al igual que hice el lunes, conseguí marcharme para casa sin que el gitano consiguiera darme por el culo.
    
        El miércoles cuando llegué por la mañana y coincidimos en los vestuarios, estaba el gitano empezando a cambiarse de ropa. Cuando estuvo completamente desnudo, vi que tenía la polla totalmente empalmada. Se giró hacia mí, y mostrándome la verga, me dijo: Mira cómo me tienes payo.
       ¡Dios! Aquella visión hizo que me relamiera. Pasé la lengua por los labios, sin quitar la vista de aquella verga que me mostraba el gitano. En un instante me había puesto caliente a tope. La polla se me puso tiesa al momento, y el culo me temblaba, si llegamos a estar en otro sitio, me hubiera agachado y llevaría aquel manjar a mi boca.
       ¡Uy! Cómo te brillan los ojitos, payo, te mueres por comerla, ¿eh? Hasta te estás empalmando me dijo acercándose a mí. Me apretó el culo con su mano mientras me susurraba, no te preocupes, hoy si quieres te doy una chingadita después de comer. 
    
       Nos terminamos de cambiar, y subimos para empezar a trabajar. En esta ocasión me tocó de compañero el gitano; nos habían enviado a cargar un camión a los 2. 
       Cómo ocurría todos los días, en cada oportunidad que se le presentaba, no dejaba de meterme ...
    ... mano. Este día, poco faltó para que me corriera con sus magreos, y es que andaba caliente a tope, y la visión de la verga del gitano a primera hora de la mañana, me hizo desear ser follado por aquella majestuosa polla; necesitaba que me diera por el culo y me preñara de leche.
    
    
       Cuando llegó la hora de comer, cómo todos los días, fuimos a comer a la cooperativa. Yo cómo siempre pedí un bocadillo y una cerveza, una vez terminado, solía tomar un café, pero esta vez no lo pedí, ya que el gitano me pidió que fuera con él.
       Salimos los 2 solos, llevándome hasta la furgoneta; creía que iba buscar algo; pero al llegar abrió la puerta lateral, y me ordenó que subiera.
       Cuando subimos los 2, el gitano cerró la puerta, quedando casi a oscuras; solo entraba un poco de luz por el parabrisas, y es que estaba aparcada contra la pared de la fábrica, y en una especie de callejón que hacía aquel recodo.
       Nada más cerrar la puerta, el gitano me sujetó por la cintura, llevando su boca a mis labios, y empezando a darme mordiscos en los mismos. Tranquilo payo, que aquí no nos va a molestar nadie, y necesito darle una buena chingadita a este culito que tienes.
       Tiró con sus manos de mi sudadera, sacándomela por la cabeza, y dejando mi pecho totalmente descubierto y a su entera disposición. 
       Empezó a morderme el cuello y hombros, a la vez que con sus dedos iba pellizcando los pezones de mis duras y pequeñas tetillas. 
       Mientras yo empezaba a gemir al sentir aquellos mordiscos ...
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