Más de Ana - Relatos Eróticos

Más de Ana

Aún con el recuerdo de la hermosa experiencia que pasé con Ana, volvimos a vernos. Esta vez, con las ganas que teníamos, nos fuimos directo al hotel. Ya dentro, nos besamos y poco a poco nos fuimos desnudando. Luego besé sus hermosos pezones. Ella besó mi verga, pero esta vez no acabé en su boca. Un detalle gracioso es que cuando estábamos en lo mejor, sonó su teléfono. Era su hermana que la buscaba. No hizo caso de la llamada, a pesar de que insitió unas tres veces. Seguimos con lo nuestro. La amé echado sobre ella, totalamene desnudos. Le besé todo el cuerpo, y la penetré por detrás. Sentir sus nalgas, tan bien formadas, era una sensación sin igual. Además, así podía tomar sus senos con mis manos. Finalmente, ya no pude contener más mi excitación y terminé dentro de ella. Luego nos fuimos a comer porque quedamos con mucha hambre.
Sé que esas experiencias quedaron muy grabadas en ella. Una tarde, me llamó por teléfono. Estaba de viaje, en su casa de campo y seguramente, recordó los agradables y excitantes momentos que vivimos. Sentía una excitación en su voz, y mientras me decía palabras cariñosas, se fue masturbando. No lo pude verlo, pero por su voz y lo que decía sentí que, a pesar de la distancia, deseaba estar conmigo. Como estaba en la calle, no pude hacer nada, pero al regresar a casa, también me masturbé mirando sus fotos.