Un escort hombre se hizo mi amante - Relatos Eróticos

Un escort hombre se hizo mi amante

Después de haberlo contratado, para un masaje y haber terminado aquello en darme una gran cogida. Ahora, a los 15 días, me hablaba por teléfono aquel joven apuesto de 21 años, ya había cumplido los 30. Era un sábado a las 8 de la noche y dice que,  desea que nos veamos a las 10 de la noche en una plaza, cerca de mí fraccionamiento. Pero también me pide que me vista muy sexy y atrevido, como gays. Muy excitado por lo iba a experimentar de esa forma. Me metí a bañar, me arreglé el vello púbico, muy recortadito en triángulo, las nalgas sí me las rasure, axilas, espalda, pies, pechos, totalmente en las piernas me lo recorté, lo dejé muy pequeño y en el abdomen una franja muy delgada y prolongada hasta el ombligo. Estaba por demás excitado pensando en mi segundo encuentro con ese hombre joven sensual y cachondo. Cómo me lo pidió así me vestí, para el encuentro de esa noche. Un chota de mezclilla negro, muy ajustado, corto que apenas tapaba la parte baja de mis nalgas, de ropa interior una tanga negra chiquita de hilo dental, una camiseta negra corta al ombligo, unas sandalias tipo playa de tres agujeros de correas negras muy delgaditas, el pelo recogido y una cachucha negra deportiva. Así lucía como un marica muy sexy y puto, para encontrarme con mi hombre. De esa manera y muy caliente subí al vehículo y me dirigí al lugar que habíamos convenido, en 20 minutos estaba ahí. Me pare y César, como lo nombrare, de ahora en adelante, subió al vehículo. Rápido se dió cuenta que lucía ...

... como todo un gays muy sexy, puso su mano en mis torneadas y femeninas piernas, a la vez que me proponía llegará a una tienda de conveniencia, para que comprara unas cervezas, para disfrutar la noche en la casa que yo habitaba en un fraccionamiento privado. El quería que yo fuera a comprar las latas a la tienda, porque   quería que me exhibiera vestido en esa forma y disfrutar de su maricona; pues me pareció buena idea. Bajé cv del carro y de manera muy atrevida y sexy, caminé a la tienda. Pues algunos chicos me miraban y murmuraban, otros se atrevieron a decirme algún piropo, como: que rica te miras mamacita,  tienes lindo trasero jota, uumm que rico puto... Ay pues así entre y salí, muy caliente de aquel negocio y nos fuimos. El no perdió tiempo para agasajarme en el trayecto,  yo manejando, pues le agarraba y acariciaba su paquete, atraves del pantalón y el metía su mano en la parte trasera de mi schors, para acariciar mis nalgas. Al llegar me estacione frente a la casa, nos tomamos una cerveza y ya, con más calma, aún cuando todavía había algunas luces encendidas de casas vecinas. Nos pasamos al asiento de atrás, para estar más cómodos. Me abrazo y nos besamos en la boca de manera apasionada, sus manos acariciaban mis piernas y nalgas, yo pues metía mi mano entre su pantalon y le agarraba su verga. Me agasajaba de lo más lindo y, en un momento, me quitó el schors, me quedé sólo en tanga, así le facilitaba me metiera mano entre las nalgas y pues... Yo encantado. Me retorsia de ...