1. Mi primer trío


    Fecha: 05/02/2020, Categorías: Sexo en Grupo Tus Relatos Autor: Laura, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... mi cabeza de arriba a bajo mientras yo me dedico a chupar y succionar ese gran pene. Acerco a María y besándola hago que sienta el pene de Luis en su vagina, al entrar soltó un gemido ahogado lo cual me excito a mil, mordiendo y besando la espalda de María comienzo a moverla para dirigir la velocidad de las embestidas, mientras María me masturbaba y Luis me comía los pezones. María se movia duro. Quería sentir ese pene dentro de mí. Le pido a Luis que me lo meta, lo necesitaba, ahora ya. Quien me pone en cuatro y mete su pene completo dentro de mi y comienza a darme duro como el sabe que me gusta, mientras yo masturbabamos, besaba, lamia y mordía los pezones de María quien logra un orgasmo tan fuerte que nos pidió una pausa mientras recuperaba la fuerza. Me subí a cabalgar a Luis, manejando el ritmo, como me gusta, lento, pero duro, apretado juntando nuestros cuerpos y sudores al unísono de los gemidos. Aún con el pene de Luis dentro de mi, María se sube delante de mi dándome la espalda y mientras los tres nos besabamos, masturbabamos y mordiamos a María llegue a mi primero orgasmo. Fue brutal. Me tire rendida sobre la cama. Luis sobre María, acomodando sus piernas para subirlas a sus hombros y desde mi vista podía apreciar la magnitud de sus embestidas. Mientras los observada y me masturbaba llegamos a nuestro segundo orgasmos con María. Luis agotado cae sobre la cama. Quería que nos tirara su leche encima y comenzamos a chuparle el pene entre las dos, era demasiado sexy, compartir ese exquisito pene con María, con la cual alternandonos dábamos garganta profunda para recibir las embestidas del pene de Luis, las cuales cada vez eran más fuertes y mientras María lo masturbaba yo me lo metía a la boca, completo, sintiendo toda la leche de Luis, tibia en mi boca. María se acercó para terminar de limpiar los restos en el pene y mi boca. Agotados todos caímos rendidos sobre la cama, riéndonos de lo sorpresiva y maravilloso de la velada. 
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