Cosquillas y tortura a la mejor amiga de mi hermana - Relatos Eróticos

Cosquillas y tortura a la mejor amiga de mi hermana

Un día jueves, mi hermana había invitado a su amiga a la tarde. Ella se había ido a hacer unos trámites al centro de la ciudad y se estaba retrasando. La amiga de mi hermana llega a casa y yo le abro: 
Yo: Hola Fran (Francisca) que tal
Fran: Bien, todo bien. Y Amy?
Yo: en un rato está por llegar, creo estaba retrasada.
Ella se sienta en el sillón a esperar.
Al rato suena el teléfono, era Amy, diciendo que se retrasaría y creía que bastante, ya que el centro estaba cortado por varias manifestaciones y estaba atrapada, que no sabía cuánto tiempo tardaría en volver. Prendí el televisor, y efectivamente, las noticias indicaban que había manifestaciones y que indicaban demoras de entre 6 y 8 horas. Y de repente la luz se cortó. Fran y yo nos miramos, y le pregunté: ¿Querés que juguemos a las cartas? Y ella me responde: bueno sí, porque la espera va a ser larga. Comenzamos a jugar y se iba haciendo cada vez más aburrido. De repente, Fran ya aburrida, dice: se está haciendo aburrido esto, hagámoslo más interesante.
Yo: Cómo?
Fran: Mmm y si lo hacemos con prendas de vestir, el que pierde la mano, se debe quitar una.
Yo: Ah bueno, sí me gusta.
Comenzamos a jugar y ella se veía confiada al principio. Pero luego, mi gran habilidad y un gran aporte de suerte, me hizo ganar varias manos todas seguidas y ya Fran estaba totalmente desnuda. Ella estaba muerta de vergüenza. Y todavía restaban manos por jugar. Entonces le dije: te doy una chance, continuamos jugando y tu tienes ...

... oportunidad de quitarme a mí la ropa, pero si te gano tres manos más, deberás dejarte hacer lo que yo quiera. 
Fran: No. Hagámoslo más interesante: Juguemos dos manos, si yo gano las dos, tu serás mi esclavo hasta que regrese Amy, y si tu ganas una mano, yo seré tu esclava hasta que llegue tu hermana.
Yo: No me parece justo. Hagamos eso pero si yo gano una mano tú serás mi esclava para siempre. 
Fran: Entonces si tienes los huevos aceptarás, a una partida, el que gana tendrá de esclavo al otro para siempre.
Yo: Ya muy tentado y con muchas ganas acepté, aunque me parecía injusto porque ya le había ganado yo todas las manos anteriores.
Jugamos, y bueno mi día de suerte al parecer continuaba, ya que luego de una partida reñida, gané la mano y lo festejé con todas las ganas del mundo. Tendría a Fran a mis pies y  podría hacer lo que yo quisiese con ella.
Fran: Bien seré tu esclava. Pero por favor que nadie se entere.
Yo: Pues claro esclavita, nadie se enterará si tú haces todo lo que ordeno.
Fran tiene un cuerpo atlético, muy bonito, era de piel morena pero bastante clarita, su cabello era lacio, largo y castaño, tenía pechos no muy grandes, pero eran bonitos y un culo muy rico, bien marcado y redondito. 
Yo primero la hice que se tirara al suelo y me lamiera los zapatos. Luego le dije vamos a mi cuarto esclava, ella me siguió caminando a cuatro patas. Allí, le ordené que se acostara en la cama así desnuda como estaba. Le até un brazo y una pierna a cada esquina de la cama, y ...