1. LOS PAÑALES DE YANELA


    Fecha: 08/02/2020, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Tiago, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Era una chica tímida, siempre que pasaba por su puerta ya sea de entrada o de salida, saludaba y se entraba a su departamento. Era una muchacha educada y eso me gustaba, también le gustaban los animales, con regularidad la encontraba en el corredor jugando con un perrito y alguna vez con una tortuguita. Rompimos el hielo una vez que se le escapó el perrito y me tocó la puerta para preguntarme si no lo había visto, desde ese día, una que otra vez coincidimos en el corredor y hablábamos un poco, luego ella se metía a su departamento.
    Yo vivía solo en mi departamento y ella ocupaba el departamento de al lado con su mamá, con quien no llevaba una buena relación, pues escuchaba que a veces le llamaba la atención agitadamente y hasta la hacía llorar en ocasiones cosa que no me gustaba, había llegado a tenerle cierta simpatía a esa chica callada y tímida. Claro que cuando se soltaba, era otra cosa, se ponía muy divertida, de lo callada que era pasaba a soltarse de la lengua.
    Fue en una de esas ocasiones en que reíamos a carcajadas y nos tomamos más confianza que le pregunté:
    -Casi nunca te veo salir fuera. ¿Por qué no vas a la universidad o estudias algo? Ella un poco entre broma me contestó.
    –Como, si ni siquiera he terminado el secundario.
    –A vaya, pero tampoco te veo salir con amigas o amigos, menos novio.
    –Estoy mejor así.
    
    Terminó diciéndome, pasamos una buena parte de la tarde riendo, entrando en confianza y encontrándonos afinidades. Lugo al día siguiente salí de mi ...
    ... departamento con la esperanza de volver a encontrarla, no estaba afuera de su departamento, pero esperé un rato. Hasta que salió y nos dimos a la charla, ya parecía que nos conocíamos de toda la vida, a momentos entre risa y risa yo aprovechaba para tocarle el brazo. Por su actitud un tanto huraña siempre me pareció que ocultaba algo, por lo que entre broma y serio, le pregunté que ocultaba, ella me hizo soltarle del brazo, pero siguió riendo conmigo, al poco rato, mientras reíamos noté que me miraba directamente a los ojos como queriendo decirme algo y me sorprendió al hacer lo que hizo, se levantó la faldita que llevaba puesta y me dejo ver su ropa interior, llevaba puesto un lindo cachetero verde del cual sobresalía de los bordes un pañal, quede asombrado pero no puedo negar que eso me gustó, pues yo también llevaba pañal, ambos sufríamos de incontinencia, quede maravillado con eso, al fin encontraba alguien como yo. En ese momento me abrí el pantalón y también le dejé ver mi pañal, ella también se asombró, pero mirándome a los ojos me dijo:
    –Tú y yo somos iguales.
    –Sí, quien diría que nos cruzaríamos en la vida.
    –Sí, esas cosas no ocurren u ocurren una sola vez en la vida. Por lo menos yo nunca pensé encontrar alguien, así como yo.
    Esa plática fue por demás hermosa, pero luego nos besamos, nos abrazamos con mucho afecto, casi reconociéndonos uno en el otro, y sin dudarlo, ella me invitó a pasar a su departamento, pues su madre había salido a trabajar.
    Nos acomodamos ...
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