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Me acordaba de Mónica
Fecha: 17/02/2020, Categorías: Sexo oral Tus Relatos Autor: Narciso Bello, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
ME ACORDABA DE MÓNICA Había dejado el trabajo y estaba cobrando el paro. Me dedicaba a ir a correr y hacer gimnasia en casa. Tenía 38 años. Me dio por acordarme de Mónica, una de las hermanas que se había puesto muy enferma. Morena, atractiva y robustita. Un día me encontré a su hermana Laura, puesto que era vecina del barrio. Me contó que Mónica se acordaba mucho de mí y que se masturbaba constantemente. Aquello me puso cardiaco. Llamé por teléfono a otra antigua compañera. Eva Arribas, la espectacular pelirroja, de cuerpo de modelo de revista para hombres. De rostro hermoso pero rudo. - Soy Narciso- ¿Te echo de menos? Me había acostado una vez con ella. Y quería repetir la experiencia. - Pues ya sabes que tengo novio con un impresionante cochazo. Aquel no por respuesta me hizo perder la cabeza. - Y si te doy dinero por hacértelo conmigo. - Pues no me vendría nada mal. Me compro mucha ropa. Fuimos a mi casa y le di un sobre con 200 euros. - Que pasada-dijo la muy puta- Por fin te comportas como un hombre. Se desnudó y yo al ver su cuerpazo, su culamen y sus tetazas, se me puso dura. Se puso a chupármela con fuerza. Me volvía loco. Se la tragaba con voracidad. Como usaba su lengua. Luego me la follé por detrás, pero no por el culo. Golpeaba con fuerza. Como sonaba. - Como me gusta hacérmelo con un tío que me gusta y además me paga. Ella gemía. Lo que dijo me hizo correrme. Nos vestimos y bajamos a la ...
... calle. La acompañaría. En ese momento la casualidad hizo que nos encontrásemos a Laura, guapa y de pelo liso. - No sabía que tenías una novia-me dijo. - Bueno, si. - ¿Por qué no pasáis a saludar a mi hermana Mónica?? - ¿Vienes? - le pregunté a Eva. - Pero ya sabes- me dijo pensando que le daría más dinero. Mi corazón se puso a cien. -Yo me quedo haciendo un recado- dijo Laura. Fuimos a la casa de Mónica. Nos abrió la madre. Entramos en la habitación y al vernos Mónica que estaba acostada por la enfermedad se levanto y echó el cerrojo. -Veo que tienes una novia. Y yo pensando todo el rato en tí-me dijo. - ¿Te gusto?- le pregunté. -Mucho, pero no como tu crees, ya tengo novio. Esa respuesta me extraño. En ese momento Eva me beso. Y me metió la lengua. Me di cuenta de que a Mónica le gustaba aquello y jadeaba con furia. Estaba salidísima. -Mira esto- le dije. Me bajé los pantalones y se la metí, toda dura en la boca de Eva. Que mamada me estaba haciendo. -Que morbo-dijo Mónica que se destapó, se bajó las usadas braguitas y se puso a masturbarse frotándose el clítoris. Yo estaba a punto de correrme. No aguantaba. Aquello era demasiado. -Me corro-dijo Mónica masturbándose. -Espera- dije. La saqué de la boca de Eva y disparé todo el chorro encima de su cara. Y Mónica grito. Y yo también. Eva se limpió la cara con una toalla. A la salida me dijo que ya le pagaría otro día. Yo estaba electrizado.
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