Relato real de incesto y fetiches con mi hermanita... - Relatos Eróticos

Relato real de incesto y fetiches con mi hermanita...

... minutos tocándola así, después de todo, las licras eran parte de mi fantasía, comencé a sentir un poco húmedo la licra, ya tenia casi 10 min tocando y acariciando su panocha, y o dios, cuando puse mas atención, mi hermana  se estaba mojando, se estaba mojando y yo lo estaba ocasionando, yo seguía tan excitado y al ver que mi hermana se mojaba por mi, no dude en acariciar esa delicia directamente, me acerque un poco mas, pasando sus pierna sobre mi, esto para que mi mano quedara mas cerca de su panocha y poder meterla sin necesidad de bajarle la licra y su braga, meti mi mano sobre el cachetero y como sabia, estaba rasurada y toda mojada, para mi eran unos labios perfectos, sabia que tenia que parar, que no era correcto, pero cuando intente introducir mis dedos en su panocha, mi hermana soltó un gemido, un gemido entre sueños, de gozo, de excitación, lo que me hizo venirme nuevamente y por la reacción, supuse que despertaría con algo mas, así que acomode su piernas y la deje acostada, fui a preparar su cama,esto me llevo unos 10 min, al regresar estaba despertando, un poco confusa, ya que alcance a ver que se tocaba la vagina como viendo que estaba mojada, no nos dijimos mas mas que buenas noches y nos fuimos a nuestra habitación.

Yo no podía deje de pensar en lo que paso y solo tenia en momento una cosa en ese momento, metersela a mi hermana y esa era mi oportunidad, una hora después de irnos, quise ir a su habitación para ver si la encontraba dormida, para mi sorpresa, ...

... se estaba masturbando, ya que escuche gemidos de ella, si, mi mente voló y voló, asegurando que la puse caliente y que ella sabia lo que paso en la sala.

Esa noche me fue imposible dormir, tenia mucha excitación y no dejaba de pensar en lo que paso, algunos minutos después, realice un intento mas, al percatarme que mi hermana ya no se encontraba despierta, y al ver la puerta sin cerrar del todo, me decidí a entrar, como en muchas ocasiones, como lo había hecho años antes buscando sus prendas para masturbarme, al estar la puerta un poco abierta, no me fue difícil, y lo que vi al entrar fue lo mejor que veía en mi vida hasta es momento, encontré a mi hermana completamente desnuda y sin cobijas, con las piernas entre abiertas, con su licra negra aun mojada, unas pantimedias y una tanga sobre de ella, era como si las hubiera utilizado para tocarse, en eso momento mi excitación era tal, que de nueva cuenta sentí mi corazón latir tan rápido que sentí que saldría de mi pecho, yo seguía sin creer lo que estaba pasando esa noche, era como si la vida leyera mis pensamientos y estuviera poniendo todo puesto para mi ¡por fin! Si por fin estaba contemplando a mi hermana, desnuda, con una panocha rasurada invitando a comerla, una panocha que paresia nueva, con sus tetas no muy grandes, pero que al verlas solo quería lanzarme sobre ella, con sus pezones aun duros, rosados y no muy grandes.

No dude en acercarme un poco a su cama, tome su cachetero que había utilizado antes y aun estaba ...