La Profesora Liliana
Fecha: 23/11/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: Kurenai, Fuente: CuentoRelatos
El 7 de septiembre de 1993 será un año para recordar porque resulta que fue el año en que ocurrieron los hechos que sucumbieron durante lo que sería la noche en la que tendría mi primera relación sexual.
Por esas épocas andaba como por 5 año de secundaria y, con tan solo 18 años, me encontraba supremamente preocupado ya que aún seguía siendo un hombre virgen, para esas fechas mis amigos de colegio ya se habían cogido a cuanta nena había del curso y de otros inferiores (y superiores) y yo todavía nada de nada.
Admito que para esas fechas era una persona tímida, tenía amigos, pero no es lo mismo, evitaba tener amigas mujeres porque me gustaban y eso de que eres amigo y luego quieres algo era para problemas, entonces mejor no…
Tenía un amigo que conocí en primer año de secundaria de nombre J.P., este individuo tenía 3 hermanas, todas más feas que un susto en ayunas.La mayor, de nombre Liliana, era nuestra profesora de Filosofía, yo ya la conocía de hacía tiempo y pues me caía bien, íbamos a su casa y jugábamos videojuegos con una consola NES que tenían (en esa época eso era lo más HI-fi).
Durante un recreo nos reunimos varios amigos y la “Profe” como llamábamos a Liliana, así como de manera clandestina, y planeamos una fiesta en casa de J.P. para el viernes en la noche. Pues cada uno puso una mini cuota y con eso compramos una canasta de cerveza y dos botellas de aguardiente. Llegó el dichoso viernes y todos nos congregamos en el departamento de J.P. que quedaba en ...
... el último piso de un edificio relativamente cerca al barrio donde vivo. Eran como las 7 PM y empezamos con las cervezas y el aguardiente, beba Genoveva como locos y fume como putas encarceladas, pues fue pasando la noche, el trago, la fiesta, el baile, Liliana y yo muy juntitos bailábamos casi todas las fiestas y cuando yo quería bailar con otra chica pues ella entraba en acción y no me dejaba, pero si otro amigo quería bailar con ella pues, hágale mijito porque quiero descansar. Estaba muy a gusto hablando con una amiga del mismo salón donde estaba yo, ella es lesbiana pero nadie sabía, una vez la vi en el baño de las mujeres besuqueándose con otra chica de un curso superior y no más desde la puerta uno se daba cuenta, ella me vio y dijo que haría lo que fuera con tal que yo le guardara el secreto, por eso la invité y de una vez tenía pensado cobrarme la cuentita aquella, pero no podía… Liliana no me dejaba solo ni un segundo, pero en un descuido tomé a Mabel (la lesbiana) y me la llevé para la cocina, y le dije: “Bueno nena, vengo por lo mío, págame lo que me debes”, ella me miraba de manera lasciva y me decía: “Yo no te debo nada, o acaso pretendes abusar de mi aquí en esta cocina”, a eso yo respondí: “Pues no más quiero que me dejes verte las tetas que si las traes bien buenas” tenía mi tranca a mil y Mabel quería algo conmigo también, me dijo: “Te las dejo ver pero con una condición… que tú me dejes ver tu cosa”, no lo podía creer, nos reíamos como si la cosa fuera de ...