Enseñandole a respetar a la sra presidenta - Relatos Eróticos

Enseñandole a respetar a la sra presidenta

... algo más házmelo saber estamos ahora para ayudarnos mutuamente.. ¡

La señora Charo era una mujer de 42 años más o menos de piel trigueña y de ojos chinos de cabello pintado de color castaño que siempre lo usaba recogido en cola de caballo no era  bonita pero si tenía muy buena figura y su mejor atributo era su trasero que era de buen tamaño y grandes nalgas  y carnosos y como le gustaba usar lycras se le veía espectacular así que sus vecinos la veían con disimulo y lujuria al verla pasar. 

Yo había venido al Perú solo y no me alcanzaba lo que ganaba para salir a buscar a mujeres, apenas me daba para enviar dinero a mi madre y mis hermanos pequeños a Venezuela, los huevos los tenía llenos de semen y mi único desfogue era masturbarme en mi cuarto que alquilaba. 

       Así que cuando me dijo la señora Charo  que si necesitaba algo más se lo dijiera sabia a que se refería a todo sobre el trabajo, pero ahora ella  me tenía que tratar muy bien y no hubo que pensar mucho y se lo hice saber que también necesitaba una mujer urgente y ella siempre me gusto y como ella mismo lo dijo estábamos para ayudarnos mutuamente. 

-! Tú estas loco quién crees que soy yo.. no abuses me refería sólo a tu trabajo así que vete ya de mi casa.. ¡

-! Bueno entonces señora no llegamos a ningún acuerdo y mañana mismo se van a enterar todos en el condominio el mal uso que hacía del dinero y de 

la presidencia.. Buenas noches y me retiro.. ¡

Ya estaba abriendo la puerta para salir ...

... cuando me dijo que podíamos llegar a un acuerdo, regresé a su lado y antes que pudiera decir algo más la empujé y cayó sobre su sofá y tocaba sus tetas con lujuria y sus culazo. 

-! Dejame tocarte hace tiempo que no siento la piel de una mujer por favor.. ¡

La señora Charo se quedó muy quieta  y dejaba como mis manos magreaban sus tetas y su  trasero por encima de su lycra creyendo que solo eso sería suficiente para calmarme pero estaba totalmente equivocada, levanté su polo y saqué de su brasier sus tetas que devoraba con desesperación mi lengua se apoderó del sus pezones que no demoraron en ponerse duras. 

-! Noo.. puede venir mi esposo o hija ya dejame.. ¡

Había visto salir de la cochera media hora antes que me llamará ella a su esposo con su camioneta e hija que iba bien arreglada y sabía que la iba a dejarla a una fiesta y luego como era su rutina  de los sábados se iría a trabajar dejándola sola, así que sabia que estaba mintiendo y seguí con mis caricias en su cuerpo. 

Haciéndo uso de mi mayor fuerza le quité el polo y luego la lycra le dije que si gritaba podía ser escuchada por sus vecinos y todo se sabría e íbamos a perder los dos, para que se calmarla un poco le digo que solo iba a tocarla nada más, besaba todo su cuerpo de piel trigueña y aunque se resistió al inicio logré que se fuera calentando un poco sus pezones en punta y la humedad entre sus piernas me decía que iba por buen camino. 

La señora Charo ahora había cerrado  los ojos imagino para ...