El libro de francés - Relatos Eróticos

El libro de francés

EL LIBRO DE FRANCÉS
Esta historia comienza cuando tenía 20 años e iba a la universidad.  Tenía una compañera llamada Mari Luz que era un año mayor que yo. Una chica macizilla, robusta y con curvas. Pecho y culo. Su rostro era atractivo, pero no deslumbrante.
No recuerdo porque su libro de francés me lo quedé un día en mi casa, pero sí que no me he olvidado que puse mi polla entre sus hojas. Me masturbé y me corrí.  Lo debí poner perdido. O no sé si el semen cayo dentro. El caso es que al día siguiente se lo devolví.
Una semana después, ella se dirigió a mí.
-	¿Por qué no vienes a mi casa?
Me di cuenta de que ella se había dado cuenta de lo que hice con su libro y me puse rojo como un tomate.
En aquella época no se estilaba que los padres dejasen que sus hijas trajesen a alguien a casa, así que fuimos cuando no estaban ellos. 
Fue un polvo que creí que me moría. Me monté sobre ella, pero primero nos achuchamos bien. Nos metimos mano. Le sobe sus tetas, su culo, sus piernas. Nos besábamos metiendo la lengua. Nos desnudamos y casi me corro. Luego se la incrusté. Que pegajoso estaba su coño. La sacaba y me daba un poco de asco ver mi polla así de lubricada. Es que era demasiado joven. Apretaba y apretaba hasta que nos corrimos al mismo tiempo. Jadeamos salvajemente y ella grito al tener el orgasmo.
-	Me ha encantado que me llenes toda- me dijo.
Cuando cumplí los 40 años hubo una reunión de antiguos alumnos de la universidad. Lo organizó un compañero. Y yo no pude ir ...

... porque se me partió un diente y no quise que se me viese con la mella. Afortunadamente me pusieron un postizo. 
Semanas después quedamos unos cuantos para vernos por los que no nos habíamos podido ver. Fuimos a un bar de nuestra infancia. Dos amigos y dos chicas. Una de ellas era Mari Luz y la otra Olga. Olga era más atractiva que Mari Luz, pero menos escultural pero la verdad es que las dos estaban de caérsete la baba. Macizas de 40. Mari Luz me pidió el teléfono.
Dos días después me llamo.
-	Te echaba de menos- me dijo- Quisiera quedar contigo ya sabes para que en recuerdo de lo que paso aquella vez.
Le dije que sí. Fui a su casa desconociendo si estaba soltera o casada. El caso es que no había ningún hombre.
-Tengo una sorpresa- me dijo
Y apareció Olga.
-Ahora somos dos- siguió Mari Luz.

Nos desnudamos y mi verga estaba completamente erecta. Olga era más atractiva pero Mari Luz tenía mejor cuerpo. Las dos estaban muy bien.
Estar con dos mujeres es tocar el nirvana. Me la chuparon las dos a la vez volviéndome medio tarumba. Luego se montó encima Mari Luz. Yo quería aguantar y aguantar.  Supe que tuvo al menos dos orgasmos. Luego se subió Olga. Estuve a punto de correrme. Las dos gritaban. Mientras una follaba la otra se masturbaba el clítoris o se metía dos dedos. Chillaban con furia. No sé si exageraban.
Luego me las follé por detrás. Primero Mari Luz y luego a Olga que es cuando no pude aguantar más y me corrí. La afortunada fue Olga.
Mari Luz siempre se había ...