Vi a mi mama cogiendo con un vecino 3
Fecha: 23/11/2017,
Categorías:
Voyerismo
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... parecía que nunca dejarían de besarse, lo disfrutaban, lo gozaban, me dolió aceptarlo, pero al verlos besarse de esa manera, tuve que comprender que mi mama y el vecino ya no podían separarse, ambos se necesitaban. Después el vecino, de reojo voltea hacia afuera de la recamara, nota que los estaba espiando, y sonríe, burlándose de mi por estarme arrebatando a mi mamita; el, tomo a mi mami por la cintura, y, con cachonderia, le dice, ya no aguanto, quiero coger, ella le responde, yo también, y empezaron nuevamente a besarse en la boca, poco a poco el vecino, fue quitándole el top a mi madre, descubriendo sus hombros, su pecho, tienes frio, le pregunto ella, no al contrario, contesto el, nadamas de verte desnuda, ya me pusiste bien caliente. Se miraban con deseo y se veían en sus labios las ganas de comerse a besos; se miraban con cierto morbo de pies a cabeza, el tipo con su mano tomo la delantera y se plantó en una de las tetas de mama, ella se le acerca más para que pudiera tocarla mejor. Después el vecino, tomo por la cadera a mi mama para llevarla a la cama, pero justo antes de caer sobre las sabanas, giro para quedar encima de ella, mi madre intento alzarse y darle vuelta al asunto, pero el, la tomo por las muñecas y la clavo al colchón con fuerza, besándole el cuello, ella se dejó dominar. Se besaban apasionadamente, el, le mordía los labios a ella, sin soltarle sus manos, el tipo se acomodó para acariciarle sus senos con su rostro; te voy a coger, ahhh que bárbara, ...
... como me prende ver que tienes una patotas le decía el, mi madre solo lo observaba y se mordía el labio inferior; cuando por fin la penetro, mi mama lo empujo tratando de levantarse, pero el, la tomo del cintura, aprisionándola con ambas manos y empezó a moverse, clavándole su pieza enterita. Tumbados sobre la cama sin dejar de tocarse y besarse, como si fuera el fin del mundo; ambos totalmente desnudos se revolcaban en la cama, besándose con las ansias de un par de amantes; restregándose sus cuerpos deseosos, con lo calientes que se veían; su forma de acariciarse, con sus gemidos, todo los incitaba a devorarse. El tipo la penetraba incrustando cada centímetro de su miembro tieso y grueso; el comenzó a mecerse, empujando su cadera con ganas y marcándole con su agarre las nalgas a mi madre. Yo solo era testigo de cómo mi mama y el vecino, sin importarles nada, estaban cogiendo a placer, rasgaban las sabanas, gastando el deseo como si lo consumieran con su vaivén, con su forma de estar entrelazados, arañándose, deseándose y acariciándose, con ritmo jarioso, el, se aferraba a la cintura de ella; mi madre se tapaba la boca para callar sus gemidos de placer, y el, seguía penetrándola, excitado, aguerrido; que fuerza tenía en sus brazos y con qué ímpetu movía su cadera. El vecino le lamia los senos y le mordisqueaba los hombros a mi madre, así como también le hundía sus dedos en las nalgas de ella, la cama rechinaba debajo de ellos, el edredón se enredaba en sus piernas, el eco de sus ...