1. Solo quería saborearla


    Fecha: 18/03/2020, Categorías: Jóvenes Tus Relatos Autor: Sardinilla, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... conocer intentando que todo fluyese y no hubiera tensión. Pero se la notaba algo impaciente, al igual que yo lo estaba. Aparqué y pasé al asiento de atrás. Me presenté y le pregunté si quería dos besos en las mejillas o prefería uno en la boca. No sé si por pícara juguetona o por otros motivos, pero me dijo que los dos besos, así que me quedé con las ganas de besas esos labios. Segundo golpe que me llevaba esa noche. Seguimos charlando un poco y mientras la pongo la mano en la pierna. No noto ningún rechazo por su parte así que suavemente la voy acariciando el muslo mientras seguimos hablando de cosas sin importancia. A los pocos minutos ella interrumpe diciéndome que habíamos quedado para otra cosa que no era hablar y quería llegar pronto a casa. Me quedo un poco cortado, no esperaba que fuera tan directa. Pero tranquilamente le dije que por supuesto y que por favor se recostara un poco hasta estar cómoda. Sin dejar de mirarla a los ojos empecé a bajarle los leggins, descubriendo una preciosa braguita roja de encaje. Estaba claro que venía preparada. Ahí ya no pude seguir mirándole a los ojos, quería disfrutar de eso que tantas veces había imaginado. Fui bajando lentamente las braguitas, sin perder detalle de cada parte de su piel, de cada peca o lunar. Según iba desapareciendo la prenda, iba comprobando lo bien depilada que estaba. Incluso me hizo dudar de si se había preparado mientras iba a buscarla. Volví a mirarla a los ojos y vi la lujuria en su cara, deseando que ...
    ... empezara ya. La sonreí y empecé a acariciarla el clítoris con la punta de la lengua. Olía realmente bien, ligeramente perfumado. Ahora sí estaba claro que se acababa de preparar para lo que le iba a venir, cosa que agradecí. Estaba jugando con su clítoris cuando me agarra la cabeza y me baja ligeramente y me aprieta contra ella. Claramente ella no estaba para disfrutar tranquilamente del momento, ella estaba muy caliente y quería sofocarse rápido, así que obedezco a su gesto y comienzo a penetrarla con mi lengua lo más profundo que esta me permite. Intercambio acometidas con repasos desde el perineo hasta el clítoris, donde lo succiono brevemente para volver a su suave y bien mojada cavidad. Noto como se va estremeciendo, sus dedos empiezan a hacer presión en mi cabeza y a ratos se enredan en mi pelo. Sabiendo que no debe andar lejos del climax me ayudo penetrando con dos dedos mientras sigo succionando el clítoris. Se empieza a tensar, se curva, sé que está apunto, está cerca de llegar al orgasmo. Aumento la velocidad de penetración con los dedos y cuando sus piernas se cierran apretando mi cabeza, bajo rápido la lengua recibiendo todo su placer en mi boca.
    Cuando decide soltarme relajando las piernas, la miro y la veo medio sonreír. Se ha quedado exhausta. Yo no hago nada más que mirarla y disfrutar de su cara de felicidad y placer. La dejo ahí, que recupere el aliento mientras la acaricio suavemente las piernas. Pasados unos minutos, me mira, se incorpora y me da un beso en ...