Cogiendo con mi amiga de la infancia - Relatos Eróticos

Cogiendo con mi amiga de la infancia

... inmediatamente nos seguimos besando. Después de unos minutos me sentí más relajado, era el alcohol, así que me serví un poco más de mezcal.
-ya te sientes pedo?- ella me lo pregunta. Le contestó que no. Me invita a ir a su cuarto.
Recuerdo que al cerrar su puerta, ella se quitó su blusa transparente negra con una rosa roja en el lado derecho suyo, esa blusa se le veía tan bien que nunca dejé de ver ese brallette que tenía dejando a relusirlo en ese momento. Me quedé muy excitado, tenía la verga muy parada ella lo nota y se quita su brallette negro; sus tetas eran grandes, redondos, algo firmes y sus pezones también eran grandes y de color café que combina perfecto con su tono de piel ligeramente blanco. Me acerco a ella, mientras me quitó mi playera, nos besamos, le acaricié sus suaves pechos, los pezones de Fer estaban duros cuando los empece a chupar. Sentía su respiración agitada, percibía que estaba excitada. Me bajo los pantalones y me agarro mi pene y me la chupaba muy suave, sentía su lengua como recorría mi pene y mis bolas; era una sensación nueva para mi, los dos estábamos desnudos ...

... cuando yo estaba acostado y ella la seguía chupando. Pasaron unos minutos cuando se detuvo de darme sexo oral para que yo le metiera mis dedos en su vagina, Fer me daba indicaciones para saber en dónde tocar y como; su vagina se sentía caliente y muy estrecho, se lo metía suavemente, movía mis dedos como ella quería y de la nada empieza a gemir más fuerte, entre sus gemidos me dice que estaba tocando su clitoris. Otra vez me dice que pare, va rápido a la sala donde dejo su mochila, regreso con un condón y me dice: te enseñaré cómo ponértelo, si tenía idea pero nunca lo había hecho con mi pene. Me pone el condón y me dice: acuéstate y déjate llevar. Fer se pone encima de mi y empieza a mover y a darme sentones en mi verga, su cuerpo se movía a un ritmo lento y suave, gemía levemente, poco a poco subió su ritmo, se movía mucho, sus tetas le rebotaban mucho, eso me excitaba demasiado, veía su cara que lo estaba gozando y yo también, fue tanto que ya no me aguantaba que tuve que decirle que se quitara que ya me iba a venir, me quita el condón y me vengo en sus manos, fue tanta mi venida que se sorprendió.