1. Mi vecino me tienta


    Fecha: 24/11/2017, Categorías: Gays Autor: remyvelez, Fuente: CuentoRelatos

    ... asomara al patio de luces y me viera, lo que me mantenía alerta pero incrementaba mi excitación. Así que decidí pasar a la ofensiva.
    
    Levanté la vista, mirándolo a los ojos y bajé mi mano a mí polla. Suavemente comencé a pajearme, acariciándome lentamente, mientras pasaba los restos de hielo por mis pezones ya endurecidos. Si apartar la mirada, comencé una suave paja que me hacía suspirar.
    
    Cuando el hielo se derritió y aprovechando las gotas de agua que me caían por el pecho, abrí aún más las piernas y humedeciendo un dedo de mi otra mano, comencé a masajearme la entrada del culo, introduciendo el dedo hasta la primera falange mientras seguía con mi paja.
    
    Al cabrón le gustaba lo que enseñaba. No se movía, pero mantenía su mirada en mí y veía como se mordía los labios. Yo, que lo conocía del ascensor y del portal, sabía que era un tipo de unos 40 o algo menos, alto y bien plantado, que me había visto crecer en el edificio, pero nunca había tenido mucha relación con él. Pero en ese momento, necesitaba yo urgentemente una buena polla, estaba cachondo como un burro y él no pasaba a la acción.
    
    Yo no tenía nada más en mente que follármelo, pero no se animaba, yo seguía mirándole mientras me masturbaba para él pero necesitaba algo más y tenía que aprovechar la oportunidad. Decidí forzar un poco las cosas. Paré de golpe la paja, y mirándole directamente le dije a través del patio de luces
    
    - Para algo más, tendrás que venir aquí.
    
    Y lentamente me levanté, con mi ...
    ... polla dura como una roca, tan excitado que me costaba respirar, y salí de la cocina.
    
    Me quedé unos instantes apoyado en la pared, intentando controlar mi respiración. Ese tío conocía a mis padres desde que yo era un niño. Quizás solo estaba siendo curioso y yo me lo había imaginado todo. Quizás se lo dijese a mis padres cuando los viera. Y entonces sí que hubiese tenido un problema. Pero no puede ser, pensaba. Aún siendo joven, sé reconocer cuando excito a un tío. Tengo cierta práctica en estas cosas y él me deseaba.
    
    Angustiado y aún excitado me fui a mi cuarto y me tumbé en la cama. Lo hecho, hecho está, así que lo mejor que podía hacer era esperar que no pasara nada, y ya que estaba, acabar mi paja, porque aún la tenía dura. Empezaba a ello cuando, para mi sorpresa, sonó el timbre.
    
    Me levanté como un resorte y me puse una bata encima, mientras pensaba si sería él. No esperaba a nadie más, la verdad. ¿Vendría a echarme la bronca? ¿O quizás...? Lleno de dudas, y bastante cachondo fui a abrir. Me di cuenta de que se me notaba la erección con la bata, pero en fin, de perdidos al río. Por la mirilla vi que era él, y abrí. Él estaba allí plantado, vestido con camisa y vaqueros.
    
    Hola -me saluda. Yo le contesto igual y me pregunta: ¿Puedo pasar?
    
    Sin responder, me aparto y le dejo entrar. Él me pregunta si estoy solo, a lo que respondo que sí, que hasta la noche no llegan mis padres. Apenas me sale la voz del cuerpo, él lo achacó a la timidez, pero en realidad era por lo ...
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