Los cacheros y yo (I) - Relatos Eróticos

Los cacheros y yo (I)

... lo intentaba, luego me puso piernas al hombro y pude ver su cara de orgasmo cuando terminó dentro mío, realmente era todo un macho.

Al salir de su casa, pensé que me acompañaría a tomar mi bus, pero Esteban me dijo que estaba cansado y que fuera tranquilo no más, que si algo me pasaba, él lo arreglaría con los muchachos otro día.

Felizmente al pasar por el parque no había nadie, solo pude oir a lo lejos algunos silbidos, pero no sé porque al llegar a mi casa y echarme en mi cama para dormir me masturbé pensando no solo en Esteban sino en aquellos muchachos que me había acosado en el parque, mientras me metía unos dedos en le culo, eyaculé imaginando como serían sus vergas.

Continué yendo a la casa de Esteban cada semana, a veces me encontraba con los muchachos que me silbaban y decían alguna grosería, pero llegaron a hacerme nada, hasta que una noche luego de tener relaciones con mi macho y mientras descansábamos en la cama, él acariciaba mi trasero.

-Creo que te ha crecido el culo, está mas llenito, parece que cachar le ha hecho bien.- me dijo sonriendo.

-No sé, creo que si, el pantalón me ajusta más que antes, creo que tendré que usar ropa más ancha.

-No lo hagas, me gusta que se te marque el culo cuando caminas, es más me gustaría que movieras más las caderas.

-En serio?

-Claro, a los machos nos arrecha eso.

-Pero me podrían insultar en la calle.

-Pero de los insultos no pasan, a lo mucho te violarían y creo que eso te encantaría.- me dijo ...

... mientras prendía un cigarro.

-No me gusta bromear con eso, yo solo quiero que me violes tú.- le dije apoyando mi cabeza en su pecho.

-Yo soy tu cachero por ahora, pero ya es hora que conozcas más pingas.

-No quiero, yo solo te quiero a ti.

-Los maricas siempre quieren más pingas, seguro que ya has pensado en como te comerían el culo los chicos de mi barrio.

-No, como crees?- dije en voz baja.

-Ellos me han dicho que te tienen ganas.

-Que?-dije sorprendido.

-El otro día estabamos tomando cerveza y me dijeron que quería romperte el orto.

-Y tú que dijiste?

-Que por mi estaba bien, pero que al menos tenían que invitarse una caja de cerveza.

-Me venderías por una caja de cerveza?- dije indignadamente.

-No, solo es alquilar, además tú también gozarías y beberías gratis, ja ja ja.

-Me tratas como una puta.

-Te trato como lo que eres: un marica con el hueco caliente.

-Creo que me voy.- le dije mientras buscaba mi ropa.

-Ok, vete, pero si quieres vuelves el sábado por la noche a eso de las 10, que los muchachos y yo te estaremos esperando.

-Y si no vengo.

-No vuelvas nunca más y anda a pedir verga a otro sitio, que no eres el único maricón con buen culo.

Ya no hablamos más, me vestí en silencio y nos despedimos friamente, solo me dijo: El sábado o nunca.

Mientras caminaba al paradero del bus, pensaba en esa propuesta y me daba miedo pero a la vez me excitaba, vi a los muchachos jugar fútbol en el parque y los veía desaliñados y ...