Inocencia?
Fecha: 25/11/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Lo que les voy a contar sucedió cuando yo andaba entre los 13 y 15 años. Mi nombre es Dan, soy venezolano y para ese entonces vivíamos en un cerro en el centro del Litoral Varguense. Mi madre tenía una amiga llamada Inés y ella tenía en ese momento cuatro hijos, un varón contemporáneo conmigo y tres hembras de menor edad pero muy parejas, se llevaban entre todos menos de un año de por medio. En esta comunidad estaba poblada de muchas casas de cartón y para ese tiempo la población no era tanta. Nuestro tiempo transcurría jugando en las partes emboscadas, en las quebradas que se formaban cuando llovía y los espacios que quedaban después que las mismas se secaban. Nuestros juegos muchos consistían en ocultarnos y nos tocábamos nuestros miembros, los que eran mayores a nosotros se aprovechaban de la inocencia de los más pequeños, fue en esos espacios ocultos donde nuestros sentidos se abrieron y nuestra sexualidad se desarrolló. Muchas veces nos ocultábamos para jugar al escondite y era cuando empezábamos a explorar nuestros sexos. Niños y niñas jugábamos a lo mismo. Yo procuraba esconderme con las niñas ya fueran de mi edad o más o menor y si se dejaban tocar allí comenzaba nuestra exploración. Yo tuve la oportunidad de tocar, meter dedos dentro de cuquitas que ni siquiera tenían bellos púbicos, oler su aroma a orina muchas veces, pude en ocasiones meter mi pene dentro de algunas sin temor a nada, ya que no conocíamos mucho. Un buen día, jugábamos y me tocó esconderme con Luisa ...
... la hermana de Esteban, quien era el hijo de la amiga de mi mamá, Luisa tenía ya algunos bellos en su parte y era de labios gruesos, yo me puse por detrás de ella y le rozaba mi pene por su culo de a poco y me hacía el que no me daba cuenta, ella por su parte empezó a pegarse de mí y se movía, al ver aquello la abrace y le comencé a tocar sus téticas que ya eran regulares de tamaño, ella era de piel morena y tenía buenas nalgas, en el momento en que ya no aguantaba dentro de mi pantalón la paradura de mi pene, me lo saqué y le pregunté si le gustaría tocármelo, ella no dijo nada solo extendió su mano y lo comenzó a sobar, como estábamos muy cerca del camino, le indiqué que me siguiera más adentro, subimos unos cuantos metros y entramos a una zona más tupida de matas. Allí le quite su pantaletica ya que tenía un vestidito, sobé sus nalgas y pasaba la mano por aquella cuca, mientras mi verga reventaba de caliente e hinchada, nos recostamos en el suelo y de lado le pasaba por su raja mi verga, luego me desesperé porque nos podían buscar y me monté encima de ella y le abrí su coñito y zampé mi verguita, aquella cuca estaba caliente de mas, le metía y le sacaba apurado mi guevo, no supimos en que momento nos descubrió su hermano y el chantaje comenzó, me dijo que si no le daba el culo se lo iba a contar a su mamá, yo le dije que si en ese momento y él dijo que él me diría cuando, mandó a su hermana a su casa y ese día no pasó más nada. El día de cobrar llegó y una tarde esta yo en ...