1. Fernandita…… Mi pecado


    Fecha: 25/11/2017, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Yo llegaba a la casa de mis suegros donde vivíamos a las 2 pm, y mi cuñadita generalmente estaba dormida en la sala, pues ella llegaba a la 1 mas o menos.
    
    Siempre ha sido muy dormilona, así es que a veces la encontraba en ciertas poses un poco o un mucho sugerentes, esto debido principalmente a que mi cuñadita llegaba de la escuela y todo lo que se quitaba era la playerita de la escuela por el calor. Se dejaba normalmente su faldita y con los movimientos de su mal dormir pues esta sin querer se le subía a veces hasta mas arriba del muslo, dejándome apreciar en su totalidad sus bonitas piernas o pechitos. A veces ambos jejejejejejeje, así como un atisbo de su gordita panochita de nena, pero por su ropita interior de niña era todo lo que podía yo apreciar.
    
    Lo mejor de todo y que me encantaba era cuando llegaba con su leotardo de ballet y dormía despreocupadamente en el sillón de la sala; en esas raras pero muy deseadas ocasiones podía yo apreciar lo abultado de sus pechitos los cuales parecían dos limas debajo de su ajustado leotardo, así como el protuberante pubis enmarcado perfectamente por esos muslitos morenitos, suaves y regios. Y algunas veces hasta se podían adivinar a través de la tela de su leotardito los labios mayores de su coñito imberbe.
    
    Eran mas o menos 2 horas, lo que ella dormía por las tardes. 2 horas en las que generalmente yo me quedaba en la cocina dizque leyendo el periódico, y apreciando a mi lolita de carne y hueso que tenia a tan solo 4 ...
    ... metros de mi, deseándola como un loco pues era una niña en su mente pero con un cuerpecito de niña-mujer demasiado tentador......
    
    Yo sabia que ella lo hacia sin intención así que yo no hacia mas que verla, desearla, y cuando llegaba mi esposa cogermela con vehemencia pensando en mi rica cuñadita . A mi esposa esto le encantaba pues la hacia gritar y gemir como una loca. Mi esposa había tenido algunos amoríos antes que yo, pero decía ella que ninguno la hacia temblar de lujuria como lo hacia yo.
    
    Si ella supiera.......
    
    Así pasaron algunos meses. Meses en los cuales había ocasiones en que le hacia el amor a mi esposa a diario, pues era mucho el deseo que mi cuñadita despertaba en mi.
    
    Mi cuñadita era muy inocente, así que yo empecé como jugando a acariciarle los senitos, cuando ella se me abalanzaba al decirle yo que era una burrita; pues no andaba muy bien en la Escuela.
    
    Yo notaba que cuando ella trataba de pegarme y yo le agarraba los antebrazos justo enfrente de sus senitos, podía yo palpar al menos parcialmente sus chichitas chiquitas; y no en pocas ocasiones note que de inmediato se ponían duritas, pues con su playerita de la escuela se le marcaban perfectamente a través de la blusita.
    
    En otras ocasiones, y como un juego entre ella y yo empecé a hacerle cosquillitas en sus piernitas cintura y cuellito.
    
    Yo tenia una alberca de esas compactas pero lo suficientemente grandes para meterse dos o tres personas al mismo tiempo. Así que un sábado por la mañana me ...
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