1. SECRETOS DE FAMILIA: Mi operación de fimosis (1)


    Fecha: 20/04/2020, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Brandán, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    En mi anterior relato ya me presenté. Repito que mis padres, mi hermana y yo formamos una familia feliz de clase media. El trabajo de mi padre, propietario de una pequeña ferretería, nos permite vivir con holgura. Mi madre, más cabeza loca, es un ama de casa perfecta y buenorra (linda, pechugona y nalgona). De mi hermana, más pequeña que yo, mimada y consentida, de momento no nos ocuparemos...
    A mis tiernos ocho años mis padres se percataron que yo tenía fimosis. Para el que no sepa de qué se trata, le diré que es un estrechamiento más considerable de lo habitual en el pellejo (prepucio) que recubre el glande, de manera que no se puede descapullar la cabeza de la polla como sería deseable e higiénico. Cuando se dieron cuenta de mi problema, mi padre se encerró conmigo en mi cuarto.
    - Brandi, ¿has intentado tirar hacia atrás la piel de tu penecito?
    - ¿Cómo hacia atrás? - pregunto extrañado.
    - Déjame a mí.
    Papá lo intentó una y otra vez hasta hacerme daño. Misión imposible.
    - ¿Acaso no está bien mi pijita papi?
    - Está bien pero puede estar mejor. Mira cómo debe quedar la punta de tu pene.
    Papá se desabrochó la bragueta y sacó su polla. Nunca había visto de esa manera a mi padre; me sorprendió su tamaño y los pelos que rodeaban su miembro.  Con dos dedos repliega el prepucio y deja a la vista un soberbio glande sonrosado.
    - ¿Ves qué facil? - me dice, repitiendo varias veces la maniobra -. Inténtalo tú.
    Creyendo que se refería a que yo le descapullase su verga, dirigí ...
    ... mi mano a su verga y empiezo a subirle y bajarle el pellejo. Noto cómo su polla aumenta de tamaño con mis movimientos y se pone parada y dura hasta asustarme. Él se deja hacer, parece que le gusta que aprenda tan de prisa. Es cuando de repente entra mi madre en la habitación y pregunta:
    - ¿Cómo va eso? ¿Descapulla o no descapulla el nene?
    - No, querida - responde mi padre metiendo raudo la polla dentro del bóxer y abrochando el pantalón -. Debes llevar mañana a Brandi al pediatra y que te dé una solución.
    - La solución la tengo yo, y más barata - añade mamá -. Yo vi de pequeña cómo mi madre le corrigió este problema a mi hermano. Muy sencillo: mojar la punta del pene con aceite de almendra y con sumo cuidado y despacito, retraer una y otra vez el pellejito, así se irá estirando la abertura y asomará libre la cabecita. En una semana nuestro niño va a poder descapullar sin problema. Yo me encargo de todo.
    Aquella misma tarde, a la vuelta del colegio, mi madre me hizo desnudar de cintura para abajo y tumbarme sobre mi cama. Pese a mi corta edad, yo ya sentía cierto pudor al encontrarme desnudo ante una mujer. Esta vergüenza no la había tenido cuando mi padre me examinó el pito, además de demostrarme gran confianza cuando él mismo me mostró su verga para explicarme en qué consistía un descapullamiento correcto, para terminar empalmado.  Un secreto entre hombres era bien diferente a lo que me esperaba con mi madre. Mamá humedeció los dedos en el aceite de almendras y empezó a ...
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