Obediente perra - Relatos Eróticos

Obediente perra

Ellos se habían visto ocasionalmente en reuniones. Esa noche coincidieron en una fiesta cuyo código de vestimenta era ir de color negro. El, elegante como pocos , ella enfundada en un mono de vinilo que dejaba sus hermosas curvas a la vista. Conversaron , bebieron, bailaron y finalmente él tomó su auto y de fue a su casa. Le dejo un celular en el bolso y le envió la ubicación y un mensaje que decía: " si quieres entregarte a mis caprichos, toma un taxi y te espero aquí en 15 min"
Al llegar recibió la orden de entrar y cerrar la puerta y así lo hizo.
Desnúdate , fue su primera orden.
Ella dudo porque pensaba que habría otro tipo de introducción al juego . A lo que el agregó: aquí se hace solo mí antojo y nada más , estás a tiempo de irte si quieres.
Ella se quitó la ropa . En cuatro! Dijo el y coloco un collar de perro en su cuello , con una correa de cuero la condujo hasta el baño : primero te voy a bañar , pasa. Ella dijo que no iba a bañarse ahora entonces él le dijo que iba a castigarla si no obedecía . Ella pensó que le gustaría saber de qué se trataba este juego así que respondió: he dicho que no me voy a bañar. Tú lo has querido, dijo él . La coloco boca abajo sobre una mesa baja , ató sus muñecas a dos de las patas de la mesa y tomó la correa de cuero y dijo : voy a azotarte pero tú dirás hasta cuándo, así que comienza a contar, di uno .
Ella comenzó a contar y apenas termino de decir el número uno , cayó sobre sus blancas nalgas el ...

... primer golpe , ella quiso gritar pero ya le había advertido que le estaba prohibido. Dos!, dijo ella con voz temblorosa y plaf, cayó el segundo azote y así hasta el cinco, la chica no quiso seguir contado. 
El coloco la correa en el collar y la condujo hasta el baño, la baño y seco vigorosamente . Después introdujo en su culo un consolador con una cola de perro y la llevó a dar un par de vueltas por el salón, siempre en cuatro patas.
Luego de sentó en el sofá y sacó de su pantalón su enorme, erecto y jugoso miembro y tomándola del cuello la obligó a metérselo en la boca hasta provocarle arcadas .
Detente! Ordenó de golpe , la paró y la puso sobre sus rodillas . La chica quedó súper expuesta culo al techo . El dijo : ahora vas a saber qué tan rudas son mis manos y comenzó a darle nalgadas a mano abierta hasta que se cansó. Ella lloraba en silencio, pero a la vez su vagina chorreaba de placer. El volvió a ponerla en cuatro, quitó por fin el consolador del adolorido culo y si más la penetró con la pija más grande que jamás ella había conocido. Ella se retorcía y jadeaba como nunca , el llenó su culo de su néctar, caliente mientras ella caía en posición fetal.
Esa no él la despidó con la siguiente frase: estuviste muy bien, perra por ser la primera vez conmigo pero la próxima será más riguroso.
Un mes después sonó el teléfono de la chica que ya no podía de ansiedad y cuando cortó, solo se puso un abrigo y partió rumbo a la elegante casa de su amo