1. PAGANDO APUESTAS CON UN VIEJO


    Fecha: 01/05/2020, Categorías: Jóvenes Tus Relatos Autor: CAMILA, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    En una de mis tantas aventuras, me toco cumplir con el pago de una apuesta. A la par del bar donde por lo general almorzamos hay un kiosko con puesto de diarios y revistas. Su dueño, un hombre muy amable y cordial, era un setentón que le encantaba admirar las bellezas femeninas. Yo era una de las agraciadas en recibir sus dulces y picaros piropos.
    Esteban era uno de sus mejores clientes así que siempre pasabamos por ahi a buscar el diarios o revistas de turno, por lo que siempre estaba escuchando los comentarios entre estos dos hombres sobre las mujeres que me divertían un rato, donde este viejo hasta contaba sus andanzas.
    El tema es que veníamos caminando y debatiendo sobre un arreglo en el trabajo, y Esteban no tuvo mejor idea que desafiarme en una apuesta para ver quien tenía razón, y justo lo hizo cuando llegamos al puesto de revistas. Entonces se incorporó en la charla don Fausto y quedó como jurado de esta apuesta, con prenda a definir para pagar.
    Pasaron 3 días y nos juntamos con don Fausto y vemos el resultado, perdí! Pero cual sería la prenda ahora? Esteban me tenía una sorpresa, se la debía mamar a don Fausto todos los días por una semana. Me quedé en silencio, no por que no se la pudiera mamar, con lo puta que soy no tenía problemas con eso. La cuestión es que Esteban me estaba exponiendo con alguien que conoce a mucha gente. Ante esta situación don Fausto intervino y me dijo que por que dudaba tanto, no sería nada del otro mundo y sería con total ...
    ... reserva.
    Acepte de mala gana en un principio, y como condición para saber que cumpla con la apuesta debían gravarme haciendolo, así que puse como condición que sería con mi teléfono y despues se lo mostraba a Esteban.
    Con Fausto acordamos el horario, yo siempre pasaba por lo menos media hora antes de que abriera su local (entraba muy temprano) por lo que él me dejaría un juego de llave  para que yo ingresara a pagar mi apuesta antes de abrir su local, el vívia al fondo de su negocio junto a su esposa, quien según cuenta él, dormía hasta tarde. LLegué el primer día, don Fausto me estaba esperando con ansias. Yo todavía no me convencí de lo que tenía que hacer, no me generaba confianza la situación. Sin decir muchas palabras, él se sentó en una silla y se fué desprendiendo el patalon, me arrodille frente a él y continué con el trabajo. Me sorprendí al encontrar una verga gorda, tenía que correr sus largos pelos para mamarla mejor ya que empecé como una principiante. A medida que ganaba dureza me relajaba también yo y empezaba a disfrutar  de ese pedazo de carne que no entraba bien en mi boca. Luego giré y tomé mi teléfono para grabar y continué lamiendo suavemente mientras el viejo rebusnaba de placer en cada lengüeteada que le daba, por lo que no pudo aguantarse mucho y se descargó en mi boca. Me tragué todo  y le dejé el rabo limpio.
    El segundo día llegue con una afeitadora, nos fuimos hasta el baño y me encargue de dejarle los huevos limpios y suaves. No quedamos ahí, ubiqué mi celular ...
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