Mirta una historia de amor filial lesbianismo fetichismo y drogas - Relatos Eróticos

Mirta una historia de amor filial lesbianismo fetichismo y drogas

Soy Mirta - Mi hija Juli y mi sobrina Luli. Hola a todos soy Mirta, tengo 42 años de edad, mido 1.65, tez blanca, pelo actualmente rojizo, tengo buenas tetas (operadas) y producto de mis 3 embarazos (mis 3 hijas), soy bastante caderona. La historia que les voy a contar ocurrió hace varios años y nos involucra a mi, a la menor de mis hijas Luciana de (15) y a mi sobrina Julieta de 16 años. Actualmente estoy separada desde hace varios años ya porque mi ex era un maltratador, violento, y además en 3 situaciones lo vi comportándose de manera incorrecta con juli, propasándose de cariñoso, por lo cual además de denunciarlo lo pude dejar. Hoy Convivo con mi hija Luli y nuestro perro nerón. El resto de mis hijas se fueron a vivir a una ciudad del interior del país y ya formaron su familia. Después de que me divorcie, con Juli nos hicimos muy unidas, mas que antes. A tal punto que aun duerme conmigo desde que era niña. Hace algunos años tenemos la costumbre de contarnos todo, tanto de la vida como a nivel sexual y privado. Hemos naturalizado el hecho de masturbarnos y tener consoladores en común, que yo compro para las dos por catalogo. Quiero que disfrute de la vida y yo poder también disfrutar todo lo que no pude cuando estaba en pareja. Prefiero eso a llevar hombres nuevos a mi casa. Si bien dormimos juntas, nunca antes nos habíamos propasado del amor madre hija normal. Nos abrazabamos, nos dabamos besos, pero sin tono sexual. Mas alla de que a mi últimamente con lo caliente que ...

... ando ya habia pensado en cosas oscuras con juli. Pero el gran quiebre se produjo en un verano que Luciana, la hija única de mi hermana Alejandra, vino 2 meses a pasar el verano a nuestra casa, ya que viven en otra ciudad también. Juli y Luli siempre fueron amigas, primas muy cercanas, pero este verano cambio todo para siempre para nosotras tres. La segunda noche que llego mi sobrina me puse a cocinar algo rico y compre algunas cervezas, champagne, y también unas bolsitas de cocaína a mi dealer, porque debo confesarles que aunque no creo ser una drogadicta, consumo cocaína los fines de semana además de alcohol. No es algo que me perjudique en mi vida, pero me hace bien, me da mucho placer y más aun cuando me masturbo. Yo se que Juli sabe de esto aunque nunca me pidió, si le gusta la cerveza y bastante. Como les decía, mientras comíamos, tomamos unas cervezas, hablamos mucho ambas chicas contaban que no habian tenido novio nunca, que estaban buscando ver que es lo que les gustaba y si habian tenido sus aventuras ya con algunos chicos y lo que mas me sorprendió fue que Luli contara que le gustaban tanto chicos como chicas. Seguimos tomando con las chicas, nos sentamos en el sillón grande del living, abrimos champagne, yo me fui al baño a tomar cocaína, cuando volvi me di cuenta que estaban muy cariñosas entre si, mucho abrazo, caricias en la cara como de amor, pero yo intuía otra intencion en Luli, que además habia confesado su aparente bisexualidad. Juli estaba contenta feliz, ...