1. Cinthia, trigonometría avanzada


    Fecha: 26/11/2017, Categorías: Hetero Autor: Mamaceando, Fuente: CuentoRelatos

    Cuando el profesor Pastrana renunció, todos los alumnos de la facultad agradecieron, en especial Cinthia que tenía la certeza de reprobar todos y cada uno de sus exámenes de trigonometría. Así que el lunes estaban nerviosos por conocer a su nuevo profesor.
    
    Llegadas las ocho de la mañana, un tipo arriba de los treinta años, con el pelo a rape y una barba espesa, entro al salón. Aunque traía camisa y chaleco, se notaba a leguas que tenía músculos hasta en las orejas. Una espalda ancha y brazos gruesos. Pero cuando se dirigió a la clase, Cinthia sintió un temblor en las piernas y las mariposas de todo el mundo se mudaron a su estómago.
    
    —Hola a todos, Me llamo Jorge y soy su nuevo profesor de trigonometría.
    
    La voz gruesa y profunda hizo que todos prestaran atención. Y a Cinthia le sudaban las manos solo de verlo. La hora que duraba la clase le pareció que duro apenas unos instantes. Cuando salió el profesor, se armó un bullicio en el salón.
    
    —Está bien sabroso el cabrón —dijo Daniela que era conocida por su coquetería.
    
    —Seguro es puto —Alegaban la mayoría de los compañeros. Pero Cinthia en silencio, atesoro cada recuerdo de él en su mente. Y ya esperaba el día siguiente con ansia.
    
    Por la tarde, mientras se cambiaba en el Gimnasio escuchó una voz muy parecida a la de su profesor, pensó que se estaba volviendo loca, pero en cuanto salió se topó con el de frente. Estaba en el banco levantando unos discos enormes, lo ayudaba el instructor.
    
    —Hola profe —dijo ...
    ... tímidamente levantando la mano con todo y su botella de agua.
    
    —Hola… ¿Eres…?
    
    —Cinthia, de la universidad.
    
    —Claro, ¿hola qué tal?
    
    —Bien, creo… bueno voy a…
    
    —Claro, claro… adelante.
    
    Ella loca de amor y el ni siquiera la noto, se fue triste a la caminadora. Mientras tanto el instructor platicaba en voz baja con Jorge.
    
    —¿En serio es tu alumna?
    
    —Al parecer…
    
    —¿Al parecer? ¿Ya viste esas nalgas, como puedes no recordarla? Yo a diario me paro verla, mira cómo se ese culo!
    
    —Si si basta, eso es acoso.
    
    —Yo solo digo.
    
    Aunque fingía que nada pasaba, su mirada se clavó en ella. Chaparrita, el pelo largo se mecía en su cintura, y en efecto tenía unas nalgas divinas, redondas y grandes, podía ver como su pequeño short se metía entre sus nalgas. La erección en su pants, lo obligó a frenar su ruina y fue directo a la ducha.
    
    Al día siguiente, Cinthia llegó devastada por la indiferencia de su profesor, pero él llegó un poco nervioso, quería ver a su alumna del culo delicioso. En cuanto entro clavo la mirada en ella, y aunque su clase fue muy buena. Jorge no sacaba de su cabeza el contoneo de esas nalgas. Al finalizar la clase espero a que ella saliera y la saludo muy cordial.
    
    —Señorita Figueroa, ¿la veo esta tarde en el gimnasio?
    
    —¿que? Digo… si. Ahí lo veo profe —la sangre le hervía, esa voz ronca y viril le hablo directamente a ella, al menos ya sabía que no le era indiferente.
    
    Solo de pensar en ella, Jorge tuvo una nueva erección. Nunca le había ...
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