1. sábado


    Fecha: 27/11/2017, Categorías: Lesbianas Autor: sayago19, Fuente: SexoSinTabues

    Sábado la oficina está vacía, si omitimos tu presencia y la mía, por fin hemos terminado el reporte urgente y tomamos un descanso. La ventaja de estar ubicados sobre el eje central es la vista a la calle; hay una marcha que avanza rumbo a la calle de madero y seguramente concluirá en el zócalo. Eso va a afectar nuestra salida, seguramente los accesos al metro estarán cerrados y la puerta del edificio número 13 (donde nos encontramos) fue asegurada para evitar desmanes. Te aproximas a la ventana, la abres y miras como marcha la gente; no sé si te has percatado de que en la azotea del edificio de enfrente hay un fotógrafo documentando la caminata. Veo como la falda se ajusta a tus redondas nalgas, admiro tus piernas firmes y torneadas; te has soltado el cabello y cae como cascada por tu espalda. Sé que ha existido un cierto magnetismo entre tu y yo; ahora es el momento de la verdad, pienso con decisión, me pongo a tu lado y mi brazo derecho rodea tu cintura. Volteas a verme y sonríes, con una chispa traviesa en los ojos, te sueltas los dos botones superiores de la blusa (pretextando el calor); dejándome ver el encaje de tu sostén. Te miro a los ojos, acercando mi rostro al tuyo, poco a poco nuestros labios se aproximan; siento tu dulce aliento en mi rostro y sin poderlo evitar nos fundimos en un beso tierno y apasionado. Tu lengua juega con la mía, recorre mis dientes y concluyes con un pequeño mordisco en el labio inferior; el fotógrafo ha dirigido su cámara hacia nuestra ...
    ... ventana. Te recuestas en mi hombro y mis besos recorren tu cuello, lentamente desabotono tu blusa; mientras tu dejas caer tu falda al piso. Das un paso hacia atrás y puedo contemplar tu preciosa figura; cubierta apenas por una breve prenda de encaje negro (de un cuarto de copa) y una tanga del mismo color. Abro la otra hoja de la ventana, “para refrescarnos” comento; sin embargo sé que así el reportero gráfico tendrá una mejor visibilidad. Beso tu boca, tu cuello, tus hombros y bajo hasta tus senos; los cuales cubro de besos una vez que te he despojado de tu bra. Me deleito en su tersa redondez y en los pezones rosados y erectos. Me tomas del cabello y empujas mi cabeza hacia abajo, mi lengua comienza su recorrido por tu pecho, tu estómago, rodea tu breve ombligo y se topa con tu tanga (ya húmeda) olorosa a fragancia de hembra en celo. Por encima de ella, mi lengua acaricia tu triángulo de placer (notando la ausencia de vello); me ayudas a despojarte de ella y te recuestas en la mesa de juntas frente a la ventana. El fotógrafo sigue nuestros movimientos con su cámara, me arrodillo en la mesa y mi lengua empieza a degustar la miel que mana de tu cuevita depilada; mis dedos entran y salen de ella al ritmo de tus gemidos y tu respiración entrecortada. Tus manos juegas con tus senos, pellizcan tus pezones, pides más con susurros graves y estimulantes. Pongo mis manos en tus nalgas para levantar tu cadera y hacer que mi lengua entre en tu gruta húmeda y rosada. El fotógrafo no ha ...
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