1. Los viajes de Sofía


    Fecha: 27/11/2017, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... vez que habían hecho el amor juntos. Pero en el fondo la noche anterior lo había estado deseando. Hasta el momento, ningún hombre la había hecho disfrutar tanto. Alguna mujer sí, pero hombre como Alberto, ninguno.
    
    Cuando salió de sus pensamientos, se encontró dentro de una cabina de los baños del aeropuerto. Alberto la beso y sus lenguas se fundieron en un éxtasis que humedeció a Sofía como no lo había hecho en mucho tiempo. Las manos de Alberto subieron hasta los pechos de Sofía y los palparon con una dulzura tal que ella no pudo evitar gemir con ronco deseo.
    
    Ella bajo las manos asiendo el miembro de su amigo. Empezó a besar su cuello, sus orejas, recorriendo con la lengua cada centímetro de su piel. Agachándose, empezó a besar el pene del chico haciéndole cerrar los ojos. Su miembro entraba y salía, entraba y salía.
    
    De repente, empezó a temblar y su boca se inundó del aroma y del sabor de Alberto.
    
    Sofía se levantó y se limpió. Se iba a vestir cuando Alberto la dijo que no era justo.
    
    -¿El qué no es justo?
    
    - Haushinka, ...
    ... como decía mi hermana.
    
    -¿Qué?
    
    - Que tú me has dado placer. Ahora debo dártelo yo a ti.
    
    Sofía se conmovió pero no la dio tiempo a decir nada. Alberto ya se había inclinado y paseaba su lengua por el húmedo clítoris de ella. Gimió apoyando las manos sobre el pelo de Alberto y moviéndose adelante y atrás al ritmo que marcaba la lengua. Le estaba follando la lengua de Alberto. La lengua se adentró más y más hasta que Sofía tuvo que apoyarse contra la pared. Las piernas la flaqueaban y notaba como le llegaba el orgasmo.
    
    Cuando se corrió Alberto se separó como asustado lo que la hizo reír al ver la cara de niño que ponía.
    
    - No me mires así.- rió Sofía. Haushinka, ¿no?
    
    - Sí.
    
    Se vistieron rápidamente y salieron. Su avión salía en media hora. Alberto se inclinó sobre ella y la dio un beso en el cuello mientras le susurraba:
    
    - Me han dicho que los servicios de los aviones son más cómodos.
    
    Sofía rió sin disimulo alguno mientras pasaba el brazo en torno a Alberto. Iba a ser un interesante añito.
    
    Y la primera parada, Burdeos 
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