Mi hermana y yo violadas por mi culpa
Fecha: 28/11/2017,
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Autor: Lucia0117, Fuente: CuentoRelatos
... puso los ojos en blanco y hundiendo sus dedos en las caderas de ella gritó de placer: “¡AAAHHH SIIII PUTA, AAAHHH QUE RICOO, QUE BUENA COGIDAAAA!”
Él se quedó unos segundos encima de ella, aplastándola aún; pude ver que a Sandra le costaba trabajo respirar. Luego él se enderezó y sacó su pene chorreante de mi hermana, que lloraba desconsoladamente.
El infeliz se sentó desnudo en mi cama y se quedó viendo a Sandra; luego tomó la cámara, se levantó y se puso a tomarle fotos desnuda y humillada. Acto seguido recogió la tanga de mi hermana y la cinta del suelo, se acercó a ella y le ordenó abrir la boca, ella lo hizo y entonces él le metió la tanga y la amordazó con cinta como lo hizo ella conmigo. Mientras hacía eso nos dijo: “¿Ven putas, qué fácil era? No tenían que oponerse tanto y bien que te gustó, no te hagas; pinche puta”. Luego tomó un trapo y le vendó los ojos a ella; después fue conmigo y también me vendó los ojos. Lo escuché como se acostó en mi cama y se durmió, roncando sin ninguna preocupación.
¿Qué pasaría después? No sabía que pensar, supuse que cuando despertara nos mataría a ambas, pues le habíamos visto la cara y podríamos identificarlo. O tal vez volvería a violar a Sandra y se iría o tal vez se iría dejándonos amordazadas, vendadas y atadas. La incertidumbre me llenaba de preocupación y miedo.
Traté de comunicarme con Sandra, pero solo se escuchaban gemidos de las dos: “Mmmmg, nnnggg, fffggg, mmmggg”. No nos entendíamos nada. Intenté moverme ...
... hacia la cama de Sandra a ciegas; traté de arrastrar la silla, pero era muy difícil, pues además tenía que hacerlo en silencio. Mi idea era poder desatarle una mano para que ella pudiera liberarnos; el problema era que al estar vendada no podía yo medir la distancia y no sabía que tan cerca estaba de la cama, pero seguí intentándolo hasta que me caí, dándome un fuerte golpe y al haciendo un tremendo ruido que despertó al desgraciado tipo.
Traté desesperadamente de levantarme, pero era imposible; lo escuché levantarse de la cama y dijo: “¡Ah con que esas tenemos!, la puta quiere desatarse, ¿verdad? ¡Ahora verás estúpida!”.
Lo escuché acercarse y luego empezó a reír: “¡Jajajaja, sabía que eres una pendeja, pero no creí que tanto!”. Se agachó y levantó la silla; yo estaba adolorida por el golpazo que me di, pero eso era lo de menos, el tipo de repente empezó a acariciarme las piernas y me dijo: “¡Ay puta, si tú también estás bien buena!; ¿sabes? había pensado solo cogerme a la puta sabrosa de tu hermana, pero veo que ya estás en edad de darte una buena cogida. Se me hace que a ti también te voy a disfrutar. De seguro ya habrás cogido con algún compañero o profesor de la escuela, ¿verdad puta?”. Aterrada moví la cabeza negativamente, me agité y gemí “¡MMMMGGG!” diciendo que no, pero al parecer eso a él le excitaba más.
Luego me preguntó: “¿Eres virgen?” y yo moví la cabeza, asintiendo con fuerza, pensando que tal vez así no me violaría; pero él dijo: “No te creo, voy a ...