Bisabuela de mi hijo (Parte I y II)
Fecha: 16/06/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: Till_Marqueze, Fuente: SexoSinTabues
... sábado a cenar. L: Es que… salimos el sábado a la tarde pensamos en ir el viernes y así nacho ya se queda con vos. T: Dale, dale, los espero el viernes. Llego ese día tan esperado, como estoy en un alto cargo en la empresa donde trabajo pude, sin problema, pedirme el día para así preparar todo para la noche y para la estadía de nacho conmigo. La hora llegó y el timbre sonó, feliz fui a abrir la puerta y ahí estaban los 3 contentos y radiantes. Nachito era en ese entonces un chico de 14 años, en desarrollo pero se notaba que hacía deporte, era alto, a esa edad ya media 1. 70 (sacó la altura de su padre) pelo negro y ojos verdes, tengo que admitir que al verlo se me cruzó por la cabeza un *ay, si no fueras tan chico…*. Mientras Lu y yo hablábamos y preparábamos la mesa Pablo e Ignacio iban trayendo e instalando las cosas para la habitación de mi nieto. La velada fue hermosa, me contaron de los proyectos de la empresa donde trabaja Pablo y me empecé a poner al corriente con nacho. Ya pasada la media noche mi hija y su marido se retiraron, nos dimos un fuerte abrazo y se despidieron. Yo agarré y pasé a mostrarle donde guardaba las cosas importantes de la casa ante cualquier emergencia, nacho aprendió al instante. Hablamos por un rato más y luego llegó la hora de dormir en la cual nos fuimos cada quien a su respectiva cama. Los días y semanas fueron pasando con normalidad, éramos casi como madre e hijo, nos comenzamos a contar sobre nuestras vidas cotidianas, problemas, ...
... situaciones graciosas; yo hacía por esa época gimnasia de 3 a 5 veces por semana y nacho siempre sacaba alguna actividad debajo de la manga, así que podríamos decir que ambos estábamos en un buen estado físico. Poco a poco, con el pasar de las semanas, empecé a darme cuenta de unas miradas pícaras por parte de mi nieto, mirándome el escote, las piernas y a veces llegaba a engancharlo relojeándome el culo. Lo tomé como algo natural de la edad, no voy a mentir y decir que no me gustó que un joven de 14 años me mirara a mí de 44, por un lado me sentía halagada, por otro incómoda porque era mi nieto, pero también estaba intrigada ya que no sabía si me miraba porque le gustara, lo excitara o simplemente por un reflejo hasta que un día mis dudas se esfumaron por completo… Un sábado, temprano, fui al lavadero a poner a lavar la ropa de la semana, tanto de Ignacio como la mía. Mientras iba separando y poniendo la ropa en el lavarropas encuentro una tanga mía húmeda, la que me había quitado la noche anterior antes de acostarme. Cuando la reviso percibo un aroma que hace tiempo no olía, era semen, al mirar en la zona interna donde hace contacto mi vagina veo que todavía estaba ahí una acabada grande y espesa. No cabía duda que era de mi nieto, un impulso inconsciente me llevó a sacar la lengua para probar ese néctar que hizo que todo el mundo se volteara, de inmediato me empapé y tuve que dirigirme a mi habitación a masturbarme para descargar las ganas. Pasado un rato y ya más calmada salí ...