En la VICTORIA se cumplió mi deseo… - Relatos Eróticos

En la VICTORIA se cumplió mi deseo…

... comenzó a penetrarme rápidamente yo gemía del placer, agarro con sus amos mis nalgas y subía y baja tan fuerte que sentía que acabaría encima de él, le dije que parara que no quería terminar tan rápido. Me puso en cuatro en la cama, yo lograba verme en un espejo que tenía en frente, se subió encima de mí y me comenzó a penetrarme, yo gemía del placer me excitaba verlo por el espejo como me penetraba y daba nalgadas, luego de pasar un rato así, saco su pene, cada vez que lo hacía sentía un vacio dentro de mi ano, me acostó boca arriba en la misma posición que había hecho en un principio pero esta vez ya no me dolía, metió su pene de un solo tirón yo gemí del placer, crucé mis piernas por sobre él mientras me penetraba y besaba con pasión, sentía como todo su pene entraba u salía de mi ano mientras su lengua invadía mi boca, quería que ese momento no terminara nunca, se levanto tomo con sus manos mis pies y continuaba penetrándome, yo me excitaba cada vez más al ver a ese hombre como me hacia suyo, su pecho, su cintura dándome cada vez más duro, el sudor recorriendo todo su cuerpo, no podía aguantar más le decía que me ...

... reventara el culo hasta hacerme acabar, y así lo hizo. Me penetraba tan fuerte que sentía ganas de acabar, comencé a masturbarme mientras él seguía penetrándome y luego de unos minutos llene dodo mi pecho de semen, nunca pensé que botaría tanto pero comprendía que era tanta la excitación que todo mi pecho y parte de la cama tenia semen, siguió penetrándome hasta que me dijo que tenía ganas de acabar, yo le dije que me quería tragar toda la leche que lo sacara, abrí la boca y sentí como su semen caliente llenaba mi boca, me caía por todos lados, los labios la barba, el gemía y gemía descargando todo su semen en mi, luego lo me lo trague todo chupando su pene con ganas de mas. Me levanto limpio la cara y beso apasionadamente, diciéndome que era la mejor experiencia que había tenido. Nos bañamos, vestimos y salimos de su casa, al caminar unas cuadras me di cuenta que no tenía mi reloj puesto, lo había olvidado en el baño, Rubén me dijo que tenía que esconderlo pues sus padres se podrían dar cuenta que alguien había estado allí, se devolvió pero antes de irse le dije que para mi también había sido la mejor experiencia que había tenido.