1. ¿Por qué fuí infiel?


    Fecha: 30/11/2017, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Me fuí entre semana a nuestra casa de playa en un pueblito de pescadores. Mi esposo estaba de viaje y me fuí sola. En la playa se acercó un pescador, un hombre negro muy alto y fuerte. Me sentí muy atraida por el, conversamos y vi como devoraba mi cuerpo con su mirada, al despedirse me dió un suave y delicioso beso en los labios. Quedé de una pieza, aquel hombre me robó un beso divino y no hice nada para detenerlo, quise correr hacia el y besarlo con deseo, pero me paré y me fuí a casa. Me di una ducha y me observé en el espejo. A mis 30 años soy una mujer hermosa, con un lindo cabello rubio y unos ojos azules bellos. Cuido mi cuerpo y voy al gym 4 veces por semana. Pensé como me vería desnuda abrazada a ese hombre y sentí deseos, por primera vez en mi vida de masturbarme. Me puse un camisón e iba a mi habitación, cuando sonó el timbre. Fuí a ver quien era y mi sorpresa fue mayuscula al encontrarme cara a cara con aquel hombre. Me sonrió y paso, cerró la puerta y me beso, empecé a temblar de miedo y deseo. El me cargó y me llevó a la habitación, allí desnudó mi cuerpo y me acostó en la cama. Con sus dedos y su boca me llevó a tres orgasmos muy intensos. No me opuse a nada, el se desvistió y me llevó a punto ...
    ... del 4to. orgasmo, entonces se montó sobre mi y me penetró. Sentí que me llenaba completamente. Mi vagina se estiró para contenerlo, empezó a moverse eroticamente y creí que su pene saldría por mi boca, con cada embate lo deslizaba un poco más. Me vine y el continuó su vaiven, volví a venirme, y perdí la cabeza de deseo, el seguía moviendose divinamente, al venirme por tercera vez sentí como su semen inundaba mi vagina. El me apretó con fuerza y se quedó quieto. Sentí unas fuertes palpitaciones en mi vagina, pero no sabía si eran mías o de el.
    
    Después de un rato salió de mi cuerpo y empezó a besar mis muslos y pubis, mientras sus manos acariciaban gentilmente mis senos, entonces me volteó y me poseyó desde atrás acariciando mi clítorix. Sentí que eyaculaba por segunda vez y tuve un nuevo orgasmo. Quedé desfallecida. El se levantó, se vistió y se fue.
    
    Esa tarde volví a la playa a buscarlo pero no lo encontré.
    
    En la noche sonó el timbre y era el. Dormimos juntos amandonos con deseo.
    
    Me quedé una semana allí, dejando que me hiciera todo lo que deseaba. Con el tuve un nuevo despertar sexual. Ahora lo veo cada dos o tres semanas, cuando mi esposo viaja. No lo amo, pero me satisface totalmente en la cama. 
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