Un romance durante la cuarentena del Covid 19 - Relatos Eróticos

Un romance durante la cuarentena del Covid 19

... culiando como lo estás haciendo por varias horas, el me besaba mis piernas y seguía culiandome como los dioses, su pene salía y entraba con más fuerza, con más velocidad, mi orificio sentí que estaba siendo despedazado, y quería que lo haga más, no sabía cómo hacer para que me entren también sus testículos, pero igual seguían dándome placer y yo los acariciaba, también empecé a meterle mi dedo en su culo y Juan se estremecía de placer, yo creo que estuvimos más de unos veinte minutos así, cuando Juan me dijo, mi amor, estoy por venirme, le dije penétrame hasta el fondo y no te muevas, para de inmediato hacerle contracciones a mi orificio y sentir que Juan ya no podía más y solo me decía, mi amor, no pares, sigue así, sigue, así, me estas sacando toda la leche, de pronto sentí que su  cuerpo se puso rígido, y que su pene se incrusto con mucha fuerza hasta el fondo de mi orificio y sentir que el preservativo, se llenaba de mucha leche, mientras acariciaba sus testículos y mi pene sin siquiera tocarle eyaculaba cantidades de leche sobre mi abdomen.
Fue tan rico que hoy al relatar, me siento excitado, recordando como fe esa tarde, así como lo que siguió por dos dias consecutivos que se quedó conmigo, pasábamos desnudos ...

... todo el tiempo, hacíamos el amor en donde nos agarraba el deseo, el sexo oral muto era nuestro desayuno, cada vez que le veía que su pene estaba erecto, me lo metía a la boca para disfrutarlo y Juan igual
En la noche dormíamos igual desnudos, Juan estaba a mis espaldas y me ponía su pene entre mis piernas, que yo lo ajustaba y sentia que la punta de su pene estaba muy cerca de mi pene, nos bañábamos juntos y ahí aprovechábamos para con nuestras lenguas explorar los orificios anales.
Fue una verdadera luna de miel, no sé cuántas veces me penetró, porque perdí la cuenta, tampoco sé cuánto tiempo estuvo su pene en mi boca y el mío en la suya, también perdí la cuenta de las veces que acaricie sus testículos y la cantidad de veces que nos introducimos nuestros dedos en el orificio anal, fue realmente inolvidable y tenemos el compromiso para seguir viéndonos en los próximos dias cuando pase el tema de las prohibiciones de salir de casa, que seguramente será en la primera semana de junio.
Voy a comentar a Juan, que estoy escribiendo este relato, para que lo pueda leer y que sepa que fue inolvidable, que le quiero mucho y que deseo ardientemente volver a estar juntos y disfrutar al máximo nuestra pasión y entrega.
Gabriel